El turismo rural pierde fuerza por los alquileres ilegales y la mala conectividad en muchos pueblos

El turismo rural pierde fuerza en nuestra Comunidad, hasta no hace mucho región de la España autonómica líder en cuanto al número de visitantes y alojamientos, plazas y pernoctaciones en este sector, uno de los motores que tira del carro de la economía regional. Y es que en los últimos cinco años, Castilla y León ha perdido 77 establecimientos de este tipo, especialmente en la provincia de Burgos, que cuenta con medio centenar de establecimientos menos que en 2013.

Y lo hace, debido principalmente al auge del intrusismo y de los alquileres ilegales, pero también a la dificultad cuando no imposibilidad de poder acceder a internet o incluso llamar por teléfono en muchos municipios de la Comunidad. Algo que, aunque parezca contradictorio, por aquello de habitualmente se suele buscar paz y tranquilidad en las casas rurales así como desconectar del mundanal ruido de la ciudad, es un servicio muy demandado por los turistas.

Si bien, detrás de esta pérdida de fortaleza del turismo rural se encuentra también el hecho de que cada vez más turistas se decantan por las empresas de reserva on line de alojamientos y por el «boom» de los apartamentos turísticos. «Creo que el turismo rural ha tocado techo», señala en declaraciones recogidas por Ical Luis Chico, ex presidente de la Federación Regional de Turismo Rural, quien considera muy complicado recuperar los niveles de hace unos años debido, también, al tirón que vuelve a mostrar el turismo de sol y playa así como la seguridad en Oriente Próximo.

Algo que no preocupa al actual presidente de la Asociación Vallisoletana de Turismo Rural, ya que cree que este descenso responde a la evolución del mercado. Es más, dice ser optimista de cara al futuro debido a la categorización de ciudades como Capitales Gastronómicas, casos de Burgos y León, o la llegada del AVE a Zamora, que están provocando un aumento de los alojamientos rurales.