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El Govern quita hierro a la división de CiU para no deslucir la Vía Catalana

Mas charla con Ortega, la máxima dirigente de Unió en el Govern, durante la ejecutiva Convergència
Mas charla con Ortega, la máxima dirigente de Unió en el Govern, durante la ejecutiva Convergèncialarazon

Ni gritos, ni pullas ni dardos envenenados. Unió y Convergència, que desde que Artur Mas presentó su proyecto soberanista se han acostumbrado a lavar los trapos sucios fuera de casa, se comportaron ayer ante las cámaras como caballeros. Un día después de que Unió se desmarcara del gobierno catalán que ha pedido a los catalanes que participen en la cadena humana a favor de la independencia, los socios de la federación restaron importancia al desplante de los democristianos a la Vía Catalana.

Relegaron sus diferencias a la categoría de anécdota. Aunque sus explicaciones no fueron del todo convincentes. El portavoz del gobierno catalán, Francesc Homs, ventiló el espinoso asunto con rapidez. Dijo que el Govern hace una valoración positiva de la convocatoria de la cadena humana por parte de la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC) y que esto no dista de la opinión que puedan tener los socios de la federación, Unió y Convergència. Comentó que el Govern no debe entrar a valorar en cómo participa cada partido en la «performance» soberanista y añadió que «tampoco veo una posición totalmente a la contra de Unió».

Es «vox populi» que Unió no es secesionista y la cadena humana, a diferencia de la manifestación del año pasado, reivindica sin matices la independencia de Cataluña. Dos más dos son cuatro, aunque el líder de UDC, Josep Antoni Duran Lleida, defendió ayer vía twitter que su partido tiene una posición diferente a la del PSC, que alegó que no participará en la Vía Catalana «porque es claramente independentista». El tuit de Duran decía: «Unió tiene una posición diferente. El PSC dice que no participa en la cadena humana y da libertad por si alguien quiere ir. Unió anuncia que participarán en la cadena miembros de la dirección». La diferencia, si alguien sabe verla, es que Unió en vez de dar libertad a sus cargos y militancia, «deja la decisión a criterio de cada uno». Aunque añade que, digan lo que digan los organizadores, «los dirigentes que vayan lo harán para defender el derecho a decidir».

Consellers en la cadena

Duran no participará en la cadena humana «por problemas de agenda». La vicepresidenta, Joana Ortega, y el conseller de Agricultura, Josep Maria Pelegrí, no han confirmado su asistencia y el otro conseller de Unió, Ramon Espadaler, como responsable de Interior tendrá que ocuparse del dispositivo de seguridad. Lo mismo le pasa a Boi Ruiz, como conseller de Salud, no estará físicamente, pero sí anímicamente, aseguró. Sí participará la consellera de Bienestar y Familia , Neus Munté.

Para acabar de ventilar la polémica, Homs centró sus críticas en el PSC por haber propuesto que la ANC pague los refuerzos en seguridad que cuesta la cadena humana. Replicó que «va en contra del sentido democrático pretender cobrar por manifestarse».

Además introdujo una novedad. Explicó que de los contactos que entre Gobierno y Generalitat fuera de los focos, le han trasladado que la reacción de rechazo del año pasado a dialogar sobre el pacto fiscal no es la misma que ante las demandas actuales. Si bien, el PP ya ha avanzado que rechaza la convocatoria de una consulta, Homs destacó que el Govern aprecia un pequeño punto de inflexión por parte del Estado a querer dialogar, una actitud que achacó a la persistencia de los catalanes para decidir su futuro.