Ministerio de Justicia

El presidente del TSJC niega tensión con los jueces por el soberanismo

Barrientos y el conseller de Justicia hacen un llamamiento para no judicializar la política

La Razón
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La sede del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) acogió ayer la primera reunión entre el presidente de la Audiencia, Jesús María Barrientos, y el conseller de Justicia, Carles Mundó. No se acordó ninguna medida espectacular, pero una de las principales conclusiones es que apostaron por «no judicializar la política», en referencia al proceso soberanista.

Cabe recordar que en su toma de investidura como presidente del TSJC, Barrientos mostró indicios de que su postura no es muy favorable a las tesis independentistas, pese a su perfil moderado.

Tras la reunión con Mundó, Barrientos negó que haya «tensiones» entre los jueces por el proceso soberanista.

Ambos calificaron el encuentro de «cordial» y en el que, además de cuestiones organizativas del poder judicial en Cataluña, abordaron el proceso abierto por la querella del 9–N.

La reunión se celebró tras meses de frías relaciones entre el gobierno catalán y la cúpula judicial de Cataluña debido a la imputación del ex president de la Generalitat Artur Mas por la querella del 9–N y los actos de apoyo organizados a las puertas del Palacio de Justicia con motivo de su declaración judicial, lo que motivó un airado comunicado de la sala de gobierno del TSJC, que llamó a «no politizar la Justicia».

El encuentro de ayer sirvió para que Mundó expresara su apoyo al discurso de toma de posesión de Barrientos, en el que el presidente del TSJC, de la asociación moderada Francisco de Vitoria, pidió a los políticos que busquen soluciones imaginativas para el debate catalán y no lo lleven a los tribunales.

Tras el encuentro, Mundó defendió que, tal y como expresó en privado a Barrientos, las cuestiones políticas «se deben resolver en el ámbito de la política» y que llevarlas a los tribunales «es apagar el fuego con gasolina».

«No se pueden utilizar los tribunales al servicio de la política, la política debe ser capaz de resolver los conflictos y la obligación de los tribunales es hacer bien su trabajo», opinó Mundó. El conseller pidió también que los tribunales sean «sensibles» e interpreten las leyes de acuerdo con la «realidad social».

Por su parte, Barrientos evitó precisar en qué términos se había referido a la querella del 9–N en su encuentro con Mundó y, al ser preguntado por las concentraciones de apoyo que volvieron a convocarse hace días ante el TSJC con motivo de la declaración de Francesc Homs, admitió «cierta preocupación» en relación a «algunas pautas de conducta». Auguró, además», unas «difíciles» relaciones con la Generalitat, por su deriva soberanista.