Policía

Investigan si el homicida de la menor de Tàrrega es de una banda

Unas 2.500 personas se concentraron en Tàrrega para condenar el asesinato de la joven
Unas 2.500 personas se concentraron en Tàrrega para condenar el asesinato de la jovenlarazon

La población de Tàrrega amaneció ayer conmocionada, después de la muerte de una chica de catorce años, presuntamente a manos de su ex novio. El joven, de nacionalidad dominicana, fue entregado por su padre a una comisaría de los Mossos d'Esquadra, a la espera de que pase a disposición judicial.

Los hechos sucedieron a última hora del lunes, cuando el joven, de 18 años, apuñaló diez veces a la chica en el piso donde ella vivía con su familia. Poco después, el supuesto homicida fue arrestado. Los Mossos centran ahora su investigación en determinar el vínculo exacto del detenido con la banda latina de los Trinitarios.

La Guardia Civil detuvo en mayo a once miembros de este grupo, precisamente en Tàrrega y Lleida. Además, el hermano del presunto agresor, fue condenado recientemente a doce años de cárcel por tentativa de homicidio, al haber apuñalado a dos hombres tras una discusión en un bar. Fuentes del Ayuntamiento de Tàrrega explicaron que la chica fallecida era muy conocida en la localidad, al ser la nieta de un profesor de un instituto del municipio y sobrina de un concejal del cercano pueblo de Ciutadilla. El juez de instrucción encargado del caso decretó el secreto de sumario.

El Instituto Catalán de la Mujer (ICD) confirmó que se trata de la víctima de violencia de género más joven en lo que llevamos de año. La presidenta del ICD, Montse Gatell, alertó de que «los más jóvenes inician relaciones de pareja siguiendo modelos que a menudo se construyen sobre estereotipos. Sólo erradicaremos esas desigualdades si hay una asunción de los valores de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, y una suma real y responsable de complicidades».

Por su parte, el padre del detenido explicó que su hijo «sufre cambios de personalidad» y que «a veces se autolesiona». Lamentó la muerte de la menor y dijo que «la niña falleció, pero mi hijo ahora mismo también esta muerto». «Mi hijo sufre cambios de personalidad porque tuvo un accidente, se medicaba y se le comunicó a la familia de ella cuando se fue a vivir con ellos», indicó. Preguntado por qué le entregó, afirmó que «intuía» que había pasado algo, porque vio que estaba nervioso.

Una de las amigas de la pareja comentó que «siempre estaban muy felices y a ella se la veía, superenamorada».

Unas 2.500 personas se concentraron ayer en Tàrrega, para condenar el asesinato de la menor. «No confundamos amor con posesión», podía leerse en una de las pancartas en la concentración, celebrada a las puertas del Ayuntamiento, en un acto al que muchos funcionarios del Consistorio asistieron con crespón negro en sus solapas, y que contó con la participación de colegios y con la asistencia del abuelo paterno de la joven. Después de la concentración, que finalizó con una ovación, sonaron las campanas de la iglesia parroquial.