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Los Mossos alegan que siguieron el protocolo durante los golpes a Benítez

Los mossos imputados acudieron a declarar con gafas de sol y con el apoyo de sus compañeros
Los mossos imputados acudieron a declarar con gafas de sol y con el apoyo de sus compañeroslarazon

Entre una enorme expectación mediática y apoyados por un grupo de compañeros, ayer declararon ante la juez los agentes de los Mossos d'Esquadra imputados por el caso Raval, en el que falleció el empresario Juan Andrés Benítez tras ser reducido por los policías. La versión de los acusados se basó en que tuvieron que aplicar una técnica de reducción prevista en sus protocolos. Los imputados se presentaron en los juzgados con gafas de sol.

El agente que llegó primero al lugar de los hechos abrió la sesión de declaraciones y aseguró ante la magistrada que los gritos de Benítez que se pueden escuchar en los vídeos difundidos eran de «rabia, no de dolor». Explicó que respecto a la víctima él y sus compañeros aplicaron técnicas de reducción que se enseñan en la formación de los Mossos.

Tres rodillazos

El imputado admitió que propinó tres rodillazos a Benítez durante la reducción, pero lo justificó porque esos golpes eran «meras maniobras de reducción». En todo momento, como el resto de agentes que declararon, negó que se sobrepasaran con el empresario. También aseguró que cuando llegaron a la calle Aurora, frente al domicilio de la víctima, Benítez estaba sangrando, una versión que se contradice con la de algunos vecinos que presenciaron los hechos.

Siempre según la versión de este agente imputado, Benítez tenía una actitud «irascible» cuando fue reducido y detenido. El imputado explicó que requirió la identidad el empresario, que echó a andar hacia su domicilio, lo que el mosso interpretó como un intento de huida. En ese momento, aseguró el imputado, una agente de los Mossos gritó a Benítez, que la agarró del pelo, por lo que fue acusado de un delito contra la autoridad.

También declaró otro mosso imputado, que fue el que propinó puñetazos a Benítez, y admitió que le dio golpes en las costillas y el brazo, pero no en la cabeza. Sobre las patadas que se ven en los vídeos, dijo que iban dirigidas a una compañera, para poder intervenir él en los hechos.

Los Mossos utilizaron el propio cinturón del empresario para atarle los pies durante su reducción para detenerlo porque no tenían bridas a mano, declaró por su parte una de las agentes imputadas. La mosso aportó a la magistrada tres fotografías para demostrar que Benítez la mordió en el brazo izquierdo, aunque el parte médico no menciona esta herida.

Esta agente también entregó la camisa del uniforme que vistió esa noche y que está manchada de sangre en su lado izquierdo. Son manchas de Benítez y podrían demostrar que el vecino ya sangraba tras la pelea que mantuvo con un vecino del Raval antes de llegar los policías,explicó el abogado de la defensa José María Fuster Fabra.