Valencia

El plan Sur y el Jardín del Túria son los protagonistas de la exposición «Hechos de Agua»

La muestra de Aguas de Valencia dedica una sección especial al viejo cauce del Túria

El plan Sur y el Jardín del Túria son los protagonistas de la exposición «Hechos de Agua»
El plan Sur y el Jardín del Túria son los protagonistas de la exposición «Hechos de Agua»larazon

La exposición «Hechos de Agua. 125 años de Aguas de Valencia» ofrece, desde esta semana, un especial del Plan Sur y de la recuperación del viejo cauce del Túria para los valencianos, con motivo del 40 aniversario de la donación del lecho del río Túria a la ciudad de Valencia.

A principios de diciembre de 1976, en su primer viaje oficial a Valencia como Rey, Juan Carlos I de Borbón firmó el decreto de cesión a la ciudad del viejo cauce del Túria.

Cerca de cien fotografías y media hora de vídeo ilustran el proceso vivido desde la catástrofe de la Riada de 1957 hasta la conversión del río en uno de los mayores parques urbanos de Europa. Y es que, la tragedia causada por la fuerza del agua en noviembre de 1957 cambiará para siempre la fisonomía de la ciudad. Las obras del conocido como «Plan Sur» desviarán el río Túria a su paso por Valencia y supondrá ingentes obras para canalizar tanto el agua potable como el alcantarillado.

La catástrofe social y económica fue de tal magnitud que el Gobierno de Franco no tuvo más remedio que adoptar importantes decisiones.

Nueve meses después de la riada, se aprobó la llamada Solución Sur, para desviar el río de la ciudad: un nuevo cauce de unos doce kilómetros de longitud y 175 metros de ancho, capaz de desaguar 5.000 metros cúbicos por segundo en una nueva desembocadura, tres kilómetros al sur de la existente.

Las obras comenzaron en 1964 y finalizaron –sin completar el programa inicial, que incluía otras infraestructuras de saneamiento hidráulico– en 1973. Poco a poco, la Solución Sur se transformó en un ambicioso plan urbanístico para adaptar la incipiente comarca metropolitana a los nuevos tiempos del desarrollismo de los años sesenta. El Plan Sur de Valencia, que así se denominó, fue aprobado por ley en diciembre de 1961; comprendía cuatro capítulos de actuaciones –hidráulicas, de carreteras, ferroviarias y de urbanización–, y su financiación corría a cargo del Estado y de las entidades locales.Sin embrago, las obras no empezaron hasta 1965 después de sufrir varias modificaciones que incluían nuevos puentes sobre el nuevo cauce y la renovación de la red de alcantarillado. El nuevo cauce terminó de construirse en 1969 y en él se usaron 1.400.000 de metros cúbicos de hormigón y tres millones de toneladas de piedras para el fondo del cauce. Sin embargo, toda la Solución Sur, con sus puentes, viales marginales y accesos ferroviarios, no se acabó hasta el año 1972.

La desviación del cauce del Túria supuso la liberación de las 110 hectáreas por las que el lecho del río atravesaba Valencia.

Desde le gestación del Plan Sur han sido varios los usos que se le ha querido dar: desde plataforma de comunicación que acogiera vías férreas y autopistas hasta el de jardín, que acabó imponiéndose por la presión ciudadana que se produjo desde principios de la década de los 70.

Cuando el cauce del río fue autopista

Adolfo Rincón de Arellano, alcalde de Valencia entre 1958 y 1969, manifestó en reiteradas ocasiones la conveniencia de ubicar en el viejo cauce las comunicaciones ferroviarias y por autopista entre Valencia y Madrid. Ello permitiría eliminar los 263 pasos a nivel que constreñían Valencia con un auténtico cinturón de hierro. Esta opción se impuso en 1971, cuando se proyectó que el cauce fuera ocupado por una autopista de 28 metros de ancho y todas las conexiones para distribuir el tráfico por la ciudad. A lo largo de los dos siguientes años se produjo una gran campaña de protesta contra esta solución, tanto que en 1979 el ayuntamiento aprobó definitivamente que los terrenos del cauce del Túria se convirtieran en zona verde y parque público. En 1981 se firmó el contrato con Ricardo Bofill y se preservó para la ciudad un entorno verde que ha ido ganado longitud con el tiempo y se ha convertido en el pulmón de la ciudad.