Frustración separatista

El movimiento separatista camina hacia ninguna parte. Frustración tras frustración, se enfrenta a la Justicia, a la Constitución y las leyes. Comprobamos cómo su estructura se tambalea. Por una parte, las discrepancias entre ellos impiden el acuerdo para designar candidato. Por otra, muestran ya signos de preocupación por la reacción de millones de conciudadanos que han levantado sus voces que hasta ahora habían conseguido acallar. Ya no ríen con la aparición de Tabarnia, cuyos promotores han demostrado mayor altura intelectual y de ingenio. Todo ello acompañado del aislamiento internacional. Ninguna democracia se les ha sumado. Sobre la simpatía de Maduro o Kim Jong Un no merece la pena pronunciarse. Me gustaría verlos planteando esas reivindicaciones en esos regímenes.

Es obligada la referencia al escenario judicial con un expresidente fugado de la Jusitica, sin posibilidad de atajos y triquiñuelas; unos cuantos de adláteres separatistas en prisión; otros con la apostasía expresada; e incontables con los pantalones mojados.

Hasta la táctica de alargar sine die esta situación, tiene los días contados. Si no la aborta Ciudadanos, podría hacerlo el PP. Mientras, Puigdemont se cisca en todos. Así es la vida.