La cárcel de Picassent registra 800 incidentes en seis meses

La cárcel de Picassent es una de las más peligrosas de España y que mayor número de incidentes registra

El centro Penitenciario de Valencia, sito en la localidad de Picassent, es uno de los centros más conflictivos de España -según denuncia el sindicato Acaip- entre otras causas porque alberga una mezcla muy diversa de internos e internas jóvenes, adultos, mujeres en primer grado, hombres en primer grado (régimen que se aplica a los internos más peligrosos).

Según las mismas fuentes, el centro en la actualidad aloja 32 internos de este tipo, cuando el máximo asignado es de 24. Ello supone que tengan que estar repartidos entre varios departamentos. El módulo que alberga a la mayoría tiene gran cantidad de deficiencias estructurales en materia de seguridad, y supone un riesgo añadido para los trabajadores que prestan servicio en el mismo.

Acaip también ha denunciado constantemente que «hay un déficit endémico en materia de personal, debido al maltrato desde la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias que lo considera como un centro normal a la hora de dotación de personal (algo que no es cierto debido a su tamaño y a su estructura arquitectónica).

Esta situación se agrava especialmente en cada período vacacional, ya que un solo funcionario tiene que hacerse cargo de más de 140 internos prácticamente todos los días, estando por debajo de los servicios mínimos que se imponen por la Administración en caso de huelga.

Incidentes diarios

Recuerdan las fuentes sindicales que cuando el número de funcionarios prestando servicio se reduce, se incrementa la conflictividad, ya que los trabajadores no pueden llevar a cabo una adecuada vigilancia y control de lo que sucede en el centro, y es imposible el poder cumplir con los objetivos constitucionales de reinserción de los internos.

Cada día se producen varios incidentes en el centro, muchos de ellos graves o muy graves, a consecuencia de los cuales son agredidos o amenazados trabajadores u otros internos.

El sindicato Acaip ha recogido a modo de muestra los incidentes ocurridos entre el 1 de julio y el 31 de diciembre de 2018.

En este período se produjeron un total de 778 incidentes graves o muy graves en el centro penitenciario, entre los que destacan diecinueve agresiones o intentos de agresión a funcionarios con lesiones de diversa gravedad, a consecuencia de los cuales, incluso, alguno de los trabajadores agredidos tuvo que permanecer de baja médica.

Puñetazos en la cara, patadas, mordiscos, arañazos son algunos de los métodos utilizados por los internos para agredir a los trabajadores. Además, se han producido hechos que no han llegado a la agresión, por suerte, o por intervención de otros internos, que sujetan al que intenta agredir, según los datos recogidos por el sindicato.

A modo de muestra

El 20 de julio, un interno mantiene una discusión con varios internos auxiliares. Al intervenir los funcionarios para evitar que la discusión vaya a más, el interno golpea en la cara a uno de los funcionarios, causándole un hematoma.

El 12 de septiembre, un recluso muy conflictivo, que había prendido fuego voluntariamente a su colchón y sábanas, agrede a varios funcionarios que habían acudido a rescatarle del fuego. Como consecuencia de la agresión uno de los funcionarios sufre fractura en varios dedos de la mano, teniendo que permanecer varias semanas de baja. Ese mismo día una interna, a la que se iba a realizar un cacheo por sospechas de que poseía droga, se abalanza sobre las funcionarias, mordiendo a una de ellas. A consecuencia de ello a la funcionaria se le tuvo que aplicar el protocolo de accidentes biológicos para descartar que hubiera podido ser contagiada de algún tipo de enfermedad.

El 18 de noviembre un preso agredió a los funcionarios de servicio en el módulo exigiendo ser visto por el médico. Otros dos internos intentaron alterar al resto de internos del departamento contra los funcionarios. Varios funcionarios resultaron lesionados con lesiones.

La lista de incidentes que recoge Acaip es enorme mientras, según denuncian, para Instituciones Penitenciarias solo hay agresión si se produce daño. Si un interno pone un cuchillo en el cuello a un funcionario, no hay agresión si no se la clava, concluyen.