Los centros rurales registran una media de tres urgencias nocturnas

Castilla-La Mancha abrió la caja de Pandora cuando propuso cerrar las urgencias nocturnas de 21 municipios de la región. El Gobierno de María Dolores de Cospedal alegaba la escasa frecuentación de los servicios y el coste que esto suponía para las arcas públicas. Algunas Administración pretendieron copiar la idea, mientras que otras, como la valenciana, se pararon a pensar antes de tomar una decisión. La Conselleria de Sanidad ordenó un estudio del funcionamiento de los Puntos de Atención Continuada (PAC) para ver si el cierre estaba justificado. La conclusiones del informe llevaron al conseller del ramo, Manuel Llombart, a inclinarse por mantener los horarios actuales. Y eso a pesar de que, ateniéndose a los datos que arroja el sondeo, podría haber optado por todo lo contrario.

Y es que de los 228 PAC que existen en la Comunitat Valenciana, más de la mitad atienden menos de diez urgencias nocturnas cada día. Así, 76 de estos puntos registran durante la noche menos de cinco visitas; 52, entre cinco y nueve; y un centenar realiza más de diez servicios.

Han sido esos 76 centros con un menor volumen de trabajo los que se han analizado de forma pormenorizada y, de este escrutinio, se desprende que los PAC ubicados en los centros rurales atienden una media de tres urgencias en su horario de tarde y noche, mientras que en el caso de los urbanos, esta cifra asciende hasta los 48, siempre variando en función de la mayor o menor población asignada y la situación del centro.

Sin embargo, pese a la escasa frecuentación, Sanidad no cerrará ninguno de ellos, pues tal y como dijo en su día Llombart, los pacientes de dichas áreas no cuentan con una alternativa válida.

De este modo, para tomar la decisión de reorganizar o no, se han tenido en cuenta el número de urgencias (que estuvieran por debajo de cinco) y que existiera una opción próxima (en cuanto a kilometraje) o bien lejana en kilometraje pero cercana en cuanto a tiempo. Es decir, por ejemplo, los consultorios de interior, con menos de cinco urgencias nocturnas, están a pocos kilómetros hasta el hospital, pero con una climatología adversa y una orografía accidentada, el trayecto se haría muy largo hasta llegar al centro y recibir la asistencia sanitaria. De hecho, fue este punto el que generó más controversia en Castilla-La Mancha, llegando al extremo de que el Ayuntamiento de Molinicos, en Albacete, realizó una prueba ante notario que confirmó que, en caso de cerrar las urgencias, esta localidad se encuentra a 45 minutos de las otras más cercanas y no quince como afirmaba De Cospedal.