Black Friday
Black Friday, primer colapso navideño
Las calles de la capital vivieron ayer el ensayo general de la Navidad. Desde hace unos años la tradición americana del «Black Friday» inaugura la temporada de compras navideñas. Este día de rebajas que se celebra el día posterior a Acción de Gracias (tras el cuarto jueves de noviembre) ha coincidido, a propuesta de los comerciantes, con el encendido del alumbrado de la ciudad, lo que provocó que el centro se abarrotara de gente, sobre todo desde la media tarde.
No obstante, la fiebre por conseguir los mejores descuentos colapsó los establecimientos desde primera hora de la mañana. La estampa de los comercios del centro parecía más la de una tarde de fin de semana que la de una mañana de un día laborable. Aunque los probadores de algunas de las tiendas más solicitadas ya registraban antes del mediodía colas de más de media hora, el punto álgido no llegó hasta bien entrada la tarde. La circulación de peatones en el entorno de Sol y Callao era imposible. Metro superó la prueba, no en vano, el servicio se aumentó un 20% para hacer frente a las avalanchas previstas desde hace días. Ya desde primera hora, los responsables del suburbano madrileño se vieron obligados a dejar pasar sin billete a la enorme cantidad de viajeros que llegaron la estación de las terminales T1-T2-T3 del aeropuerto.
Ya en el centro, cargados de bolsas y con sus móviles en la mano, centenares de turistas y madrileños colapsaban los pasos para hacerse las oportunas fotos con las luces de Navidad de fondo. Los «selfies» en los pasos de cebra de Gran Vía desafiaron a los semáforos y a los conductores más impacientes y las colas para entrar en el árbol de Navidad el kilómetro cero para fotografiar su interior sumaba varios metros de longitud desde minutos antes del encendido oficial que la alcaldesa en funciones Marta Higueras inauguró ayer a las 18:30.
Luces de estreno
Las calles Alcalá –entre Cibeles y la Puerta de Alcalá– y Serrano tienen un nuevo ornamento inspirado en el cielo madrileño y en las estrellas en el primer caso, y en distintos tejidos como guiño a la calle de la moda. El consistorio adelantó que el próximo año será la calle Gran Vía la que estrene iluminación, coincidiendo con su nuevo diseño semi peatonal. Además, esta Navidad se ha ampliado en número de espacios donde se van a colocar cerezos en flor y abetos iluminados, entre ellos en la calle Pez, Marcelo Usera, Príncipe de Vergara, Hacienda de Pavones y en el entorno del Matadero. También estrenan adornos los abetos de la Red de San Luis, Fuencarral, Callao y Colón. En total, se vestirán de fiesta hasta 80 calles y espacios públicos todos los días a partir de las 18 horas. Entre el domingo y el miércoles brillarán hasta las 23:00 horas y el resto de días, incluyendo las vísperas de festivos, hasta la medianoche.
Seguridad y movilidad
Además de llenarse de luces y de compradores, Madrid, y sobre todo el centro, se blindó con decenas de agentes desplegados para garantizar la movilidad y ante todo la seguridad. El Ayuntamiento de Madrid ha diseñado un amplio dispositivo de seguridad para aumentar el control en las zonas más conflictivas que también se estrenó ayer. Los grandes maceteros para evitar atentados terroristas con vehículos volvieron a los accesos a la Puerta del Sol y las calles más concurridas. Esta Navidad, no obstante, el número de estos grandes bloques de hormigón se han reducido para evitar embotellamientos en las entradas y salidas de las calles más comerciales. Los agentes han incrementado la vigilancia para controlar hurtos callejeros y la venta ambulante; un aumento que ayer podía comprobarse casi en cada esquina del centro, con enorme presencia de Policía Municipal y Nacional.
Además, este año, como novedad, a partir del 1 de diciembre y hasta el 7 de enero las calles Preciados y El Carmen serán de sentido único para los peatones para intentar mejorar la movilidad en el kilómetro cero. La primera será de salida y la segunda de entrada a la Puerta del Sol. Está previsto que esta nueva medida destinada a evitar colapsos se ponga en marcha de viernes a domingo, además de los festivos y las vísperas, desde las 17:30 horas, no obstante si antes del día 1 se producen enormes aglomeraciones, la medida podría aplicarse en cualquier momento, ya que años anteriores se han tenido que cerrar las estaciones de Metro de Sol para evitar la entrada de más viandantes y donde los días 30 y 31 de diciembre se tiene que vaciar y posteriormente reabrir para poder controlar el aforo con motivo de la fiesta de las Preuvas del día 30 y de las campanadas de Fin de Año.
De hecho ayer, en calles como Mayor, que será cerrada al tráfico de los no residentes durante toda la Navidad, ya estaba preparado el cartel de «disculpen las molestias» con el que se cerrará la vía a partir del día 1. Los cortes también afectarán a los taxis y los autobuses desde esa misma jornada, ya que desde las 17:30 no podrán circular por la Puerta del Sol. Además, este año se habilitará un carril en la Carrera de San Jerónimo exclusivo para los vehículos de emergencias para facilitar una posible evacuación. La Policía Municipal controlará el aforo en la plaza Celenque, donde se celebra uno de los espectáculos con más tradición en Madrid, «Cortylandia». A estos cortes, que el Ayuntamiento ha diseñado para garantizar la seguridad, se debe añadir desde el día 1 la peatonalización parcial de Gran Vía que, al igual que el año pasado, se cerrará para los vehículos de los no residentes en el centro y perderá un carril por sentido desde el 1 de diciembre hasta el 7 de enero con cortes intermitentes.