Ginés, en prisión cinco años después

El ex jefe de Policía de Coslada se presentó de forma voluntaria el miércoles tras ser condenado por obstrucción a la Justicia. Aunque la sentencia está recurrida, el juez emitió una orden de detención

El ex jefe de Policía Local de Coslada Ginés Jiménez ingresó la mañana del pasado miércoles en prisión de forma voluntaria después de que el pasado 28 de abril el Juzgado de lo Penal número 12 dictara una orden de búsqueda tras ser condenado por obstrucción de la Justicia. La sentencia, que está recurrida y aún puede ser revocada, establece una pena de 18 meses de prisión por haber coaccionado supuestamente a una testigo del denominado«caso Bloque», en el que se investiga una supuesta trama de corrupción en la Policía Municipal de la localidad.

A pesar de que no suele ser habitual que, mientras un asunto está recurrido, se aplique la privación de libertad, el titular del juzgado así lo decidió y por eso se emitió la orden de búsqueda y detención la semana pasada. Así lo entiende el abogado del policía, Oskar Zein, quien entiende que, al haber recurrido en reforma (ante el mismo juez) y en apelación (ante el órgano judicial superior, la Audiencia Provincial), su cliente no debería entrar en prisión hasta que se resuelvan esos recursos. Fuentes jurídicas consultadas por Efe aseguraron que este ingreso en prisión no se podía evitar, aunque su defensa lo recurriese, porque ese juzgado ya denegó anteriormente el beneficio de suspensión de la pena de cárcel, y la Audiencia Provincial lo ratificó, adquiriendo así firmeza. Fue hace poco más de un año, en marzo de 2015, cuando la Audiencia madrileña confirmó la pena de un año y medio de cárcel impuesta en 2013 al jefe policial. La sección 15 de la Audiencia estimó entonces que las grabaciones de sus conversaciones con la testigo no conculcaban su derecho fundamental al secreto de las comunicaciones.

Ahora, ante la presión a la que se vio sometido el agente tras la orden del juzgado, decidió presentarse él mismo en un centro penitenciario la mañana del pasado miércoles, donde se encuentra «tranquilo» y a la espera de que los recursos prosperen. No es la primera vez que el ex jefe policial pisa la cárcel. Por este mismo motivo, la supuesta coacción a una testigo para que retirara sus acusaciones contra él, ya pasó medio año en el centro penitenciario Madrid VII de Estremera (de diciembre de 2010 a junio de 2011). Por lo tanto, según su letrado, sólo le quedarían por cumplir «361 días». Es decir, del año y medio de condena, ya ha cumplido aproximadamente seis meses, por lo que le quedaría un año para cumplir la sentencia impuesta por el juez.

Según el fiscal, días antes de que una supuesta víctima de las prácticas de Ginés y sus policías tuviera que declarar en la instrucción del «caso Bloque» recibió una llamada en la que una persona le ofrecía un trabajo. Dos días después, le volvió a llamar para advertirle de que debía retirar todas las acusaciones contra Ginés, dado que iba a volver a ocupar su puesto en la Policía. Según el policía, fue esta testigo quien contactó con él para mostrarle su apoyo en un restaurante del polígono de San Fernando de Henares. Al parecer, la testigo llevaba micrófonos ocultos a instancias de los agentes de la Udyco que investigan al jefe policial. En su declaración, según Ginés, esta testigo llegó a decir al juez que el agente se había portado «como un caballero». Además, explicó que aceptó verse con ella ante la insistencia de un amigo suyo. «Yo no quería porque tengo una persecución total de los instructores policiales del “caso Coslada”. Me dijo que su amiga quería tomar un café conmigo para contarme cómo ocurrieron los hechos», explicó entonces. «Ante la ausencia de intimidación, a mí no me parecía mal tomarme un café con ella. Hablamos de que se encontraba muy molesta por meterse en ese tema y decía que quería retirar la denuncia porque la estaban molestando desde el juzgado, relató. “Tu di la verdad”. Era lo único que le decía. Si hubiera tenido la percepción de que estaba molesta, pido perdón y me voy. Yo estaba suspendido. Sin placa y sin pistola», explicó. Ella, sin embargo, asegura que la llamó un cliente para pedirle que le «retirara la denuncia» y que antes de su encuentro con Ginés se lo comunicó a la Udyco.