Mas de 30 jóvenes también denuncian a Flores por lesiones

Fisura en el esternón, policontusiones, fracturas, erosiones, ansiedad... Treinta asistentes a la trágica fiesta de Halloween en el Madrid Arena han denunciado las lesiones que sufrieron mientras estuvieron atrapados en el tapón mortal del vomitorio del Thriller Music Park, la fiesta que organizó en Halloween la empresa Diviertt, propiedad de Miguel Ángel Flores. A ellos se puede añadir la puñalada que sufrió Agustín a última hora de la noche y las secuelas psicológicas de quienes sufrieron la avalancha.

Desde el primer día, varios jóvenes denunciaron los golpes, aplastamientos y heridas que sufrieron en el tiempo que estuvieron bajo la montaña de personas que, para algunos, fue de casi una hora. Muchos fueron aplastados contra la pared, o bajo cuatro o cinco personas que intentaban escapar «a puñetazos, mordiscos y arañazos». Pero, además de las secuelas físicas, algunos de los denunciantes añaden las psicológicas, tales como ansiedad o pesadillas en las que reviven el tapón, puesto que muchos vieron cómo se desvanecían y morían las cinco jóvenes. Incluso una chica, que también resultó herida, escuchó las últimas palabras de Katia Esteban, en las que se despedía de su padre.

«Me empujaron contra la pared y me aplastaron la mano», explica una de las denunciantes. Otra relata cómo durante 30 minutos permaneció empotrada en un lateral del pasillo mientras veía cómo una de sus manos se ponía de color azul ante la presión a la que la sometían. Muchas otras personas relatan las escenas de pánico que vivieron cuando, «literalmente, vi desaparecer a mi amiga bajo una montaña de gente» y no lograban sacarlos de allí.

Ante el aluvión de denuncias que han llegado por estos motivos al Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, el juez instructor del caso, Eduardo López Palop, decidió en un primer momento ordenar que debían presentar las denuncias acompañadas por el parte médico de lesiones. Así, el sumario del «caso Madrid Arena», está cuajado de diagnósticos como «lesiones eritematosas en codo izquierdo y pómulo derecho», «hematomas en ambas rodillas, pierna derecha, tobillo, derecho, tobillo izquierdo», así como cuadros de ansiedad por estrés postraumático.

Posteriormente, López Palop ha pedido que todos los que han denunciado a Miguel Ángel Flores se unifiquen en una única causa, para no dilatar los tiempos procesales. Hay que tener en cuenta que, además de la Fiscalía, ya hay cinco acusaciones particulares de las familias de las cinco víctimas mortales, a las que se suman otras tres acusaciones populares que el juez instructor ya ha pedido que se unan en una sola. Aún así, cada imputado deberá enfrentarse a seis o siete interrogatorios.

Inhabilitación

Debido a las numerosas denuncias por lesiones que se han presentado, se da la circunstancia de que el propietario de Diviertt podría ser condenado a una pena mucho mayor que por los cinco homicidios imprudentes de Rocío, Katia, Cristina, Belén y María Teresa. El motivo es que, al aplicar una treintena de delitos de lesiones –que tienen penas de prisión que oscilan entre los tres meses y los tres años, según la gravedad de las heridas–, se suma una condena que, siendo la menor posible, sería de más de siete años de cárcel para el empresario. Sin embargo, por homicidio imprudente, como mucho serían cuatro años y, tal y como dispone la Ley, no se sumarían los cinco.

Con todo, en el artículo 152.3 del Código Penal se establece que «cuando las lesiones fueren cometidas por imprudencia profesional se impondrá asimismo la pena de inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión, oficio o cargo por un periodo de uno a cuatro años», lo que supondría que Flores no podría organizar más macrofiestas durante el tiempo de la condena.