¿Por qué Carmena da la espalda a los católicos?

Mañana 800 niños del colegio Arenales no participarán en la cabalgata de Reyes de su distrito, Carabanchel. LA RAZÓN habla con el director del centro escolar que denuncia la intolerancia municipal «con las decisiones soberanas de las familias»

Ochocientos alumnos del colegio Arenales se llevaron una desilusión tremenda antes de fin de año. El Ayuntamiento de Madrid prohibía al colegio Arenales de Carabanchel participar en la Cabalgata de Reyes del distrito porque, en alguna de sus aulas, se segrega a los niños de la niñas. Como alternativa, la alcaldesa madrileña, Manuela Carmena, les ha ofrecido participar en el desfile pero sin carroza propia, que, según afirmaron desde la Asociación de Madres y Padres del Colegio, es «lo que hacía ilusión a los niños».

El director del colegio, Luis González, transmitió el pasado sábado el malestar de los padres y los alumnos por la decisión discriminatoria del consistorio, así como la voluntad del AMPA de destinar el dinero de la carroza a los regalos de Reyes de los niños desfavorecidos de la Cañada Real. González da una entrevista a LA RAZÓN sobre la decisión tomada por la concejala del distrito, Esther Gómez.

–¿Por qué cree que el Ayuntamiento ha vetado al colegio de la cabalgata?

–Eso habría que preguntarles a ellos. El permiso para participar en la Cabalgata de Reyes del distrito no fue solicitado por el colegio sino por su AMPA, la Asociación de Madres y Padres del Colegio, que fue quien recibió la aprobación y la posterior prohibición. La decisión de excluir a 800 niños de la Cabalgata de Reyes pienso que se ha debido sobre todo a que se trata de un centro concertado con ideario católico y pensaban que no iba a pasar nada por cometer esa injusticia.

–Se les ha acusado de «fomentar la discriminación». ¿Qué explicaría a quienes piensan así?

–Que deberían explicar a qué se refieren con la palabra discriminación. Si se refieren a que existe diferenciación, es lo mismo que hacen muchas entidades: equipos deportivos masculinos y femeninos, centros comerciales con sección de caballeros y de señoras, vestuarios de hombres y de mujeres... y por eso no se dice que discriminen. La enseñanza diferenciada es un modelo elegido por las familias, con todo conocimiento y libertad, y esas familias se sienten indignadas de que alguien diga que al hacer esa elección discriminan a sus hijos. La educación diferenciada no discrimina, lo que yo creo que discrimina es la actitud de algunas personas que se manifiestan intolerantes con las decisiones soberanas de las familias, que son ciudadanos que tienen todos los derechos para elegir una educación u otra. Por ejemplo, Islandia ha sido considerado como el país del mundo líder en igualdad de género, como puede comprobarse en los «Global Gender Gap Report» que publica el Foro Económico Mundial. Pues bien, en Islandia está teniendo un enorme éxito la educación diferenciada, en modelos educativos de vanguardia como el Hjalli, que han tenido resultados espectaculares. Las niñas y los niños tienen los mismos derechos, la misma dignidad, pero no son iguales en muchas cosas, y el hecho empírico es que la educación diferenciada trae buenos resultados.

Nosotros somos un colegio que ha nacido para educar innovando, con muchos proyectos novedosos, con alta presencia de tecnologías, con equipos jóvenes, bilingües... Buscamos ofrecer una educación de calidad, y la educación diferenciada es un elemento más de innovación. Y jurídicamente, el Consejo de Estado español, a la vista de las normas internacionales, comunitarias y nacionales, ya dictaminó en 2012 que «la educación diferenciada, como modelo pedagógico, no puede considerarse un supuesto de discriminación por razón de sexo». Y el propio Tribunal Supremo español ha zanjado el asunto diciendo que «no cuestiona la legitimidad de la educación diferenciada, tan legítima como el modelo de coeducación» (STS 23 de julio de 2012).

–¿Cree que el consistorio ha actuado por prejuicios ideológicos?

–Pienso que sí. Es lo único que se desprende de su actuación, cuando se ve que hay otros colectivos que también separan por sexo y han sido admitidos.

–En estos seis meses desde que cambió el Gobierno en el Ayuntamiento, ¿se ha dirigido a ustedes la concejala para conocer el modelo educativo?

–Hemos recibido muchas visitas, de muchos colegios, de expertos en educación, de autoridades educativas.... y nos encantaría poder decir que pronto lo hará alguien de la Junta Municipal. Hasta el momento, no hemos tenido noticia, pero de nuevo quiero transmitirles mi invitación a conocernos...

–Si el veto se extiende al resto de actividades municipales, ¿qué medidas piensan tomar?

–Esperamos que eso no se llegue a dar. Sería totalmente ilegal pero, si se diese, lo denunciaremos públicamente igual que se ha hecho en esta ocasión. No hay que olvidar que estamos hablando de 800 familias y el próximo curso pueden ser 1.000 familias.

–La concejala de distrito, Esther Gómez, dijo el otro día que «a los niños hay que educarles de otra forma». ¿Qué valoración le merecen estas palabras?

–Su opinión es muy respetable, como la de todos, pero no es ella quien tiene que decidir qué educación eligen los padres. Que se lo explique a los padres del colegio, que son los que libremente han elegido este modelo educativo pensando que es lo mejor para sus hijos.

–Se ha llegado a decir que colegios como el Arenales sientan las bases de la violencia de género...

–Es un insulto grave hacia los padres que han elegido nuestro centro. Les invito a que conozcan nuestro centro. La educación diferenciada es una opción pedagógica muy reconocida en muchos países occidentales que quedan muy por delante de nosotros en los ranking de igualdad de género (Islandia, Reino Unido, Estados Unidos...). Quien hace esas acusaciones debería basarse en datos, y estoy seguro de que no los tiene porque es una gran falsedad.

En estos días se ha comentado en los medios de comunicación la preocupación de todos por el incremento de la violencia machista en los últimos años. Son datos que hacen pensar que algo grave está fallando en la educación, y desde luego no se debe a la minoritaria educación diferenciada, que desde hace treinta años apenas escolariza a un 1% de la población. Los datos son muy preocupantes. Parece claro que hay que educar mejor, hay que concienciar a chicos y chicas sobre esta realidad, pero sin abordar este asunto con diagnósticos y remedios simplistas.

La solución a la violencia de género no está en que la escuela sea mixta o diferenciada, sino en promover la igualdad de un modo realmente eficaz y en enseñar a todos a resolver los conflictos de forma madura. Formar personas pacíficas, que a su vez formen familias pacíficas. En nuestro colegio se realizan muchas actividades en torno a este tema, como puede verse en la web: www.colegioarenales.es/ carabanchel/la-violencia-no-solo-son-golpes/.

–¿Les han llegado en estos días muchas muestras de apoyo?

–Nos han llegado numerosísimas muestras de apoyo: de las familias, de proveedores, de vecinos del barrio, de personas incluso de otros países que conocen el modelo educativo del colegio o que no lo conocían de nada pero les ha dolido la injusticia que se ha cometido, de multitud de asociaciones, sindicatos, ayuntamientos, despachos de abogados ofreciendo sus servicios de forma gratuita, políticos... Nos han ofrecido participar en sus cabalgatas algunos ayuntamientos de la Comunidad de Madrid y algunas asociaciones.

Desde el momento en el que el Ayuntamiento de Madrid decidió excluir al Colegio Arenales de la Cabalgata de Carabanchel, la cuenta de Twitter de Ahora Madrid Usera no ha cesado de mandar mensajes contra el centro, acusando a la educación segregada de fomentar la violencia de género y de ser parte del «integrismo franquista». Eso sí, invitan a todos a participar en el pleno de la junta del distrito porque, dicen, «en Usera gobernamos escuchando».