Viaje a la luna desde la unidad de oncología pediátrica

Desde ayer la luna está más cerca de los 700 niños que cada año pasan por la unidad de aislamiento de oncología pediátrica del Gregorio Marañón.

Desde ayer la luna está más cerca de los 700 niños que cada año pasan por la unidad de aislamiento de oncología pediátrica del Gregorio Marañón. El centro hospitalario estrenó una zona ambientada como una «estación lunar» en la que los menores ingresados pueden convertirse en astronautas y pilotar sus propios cohetes siempre y cuando introduzcan, para ingresar en la misma, un código «secreto». La iniciativa, pionera en España y promovida por la Fundación Jugarterapia, se ha puesto en marcha en dos habitaciones de la citada unidad y se enmarca dentro de un proceso de humanización de la asistencia sanitaria emprendido por el Gobierno de la Comunidad de Madrid.

Un astronauta «de verdad» como Pedro Duque pudo comprobar que la «Estación Lunar» no tiene nada que envidiar a la Estación Espacial Internacional que él visitó en 2003. La del Gregorio Marañón cuenta con elementos decorativos en suelo y paredes, y funciones domóticas y avances tecnológicos que permiten, por ejemplo, simular un viaje a otro planeta o que el niño vea todo el firmamento desde su cama acompañado de «Pleo», una mascota robótica e interactiva a la que los niños ingresados en esta unidad tendrán que cuidar. Todo esto lo controlan los propios menores desde una tableta que les permite ver películas en las pantallas que estas habitaciones tienen en la pared o aprender contenidos educativos adaptados a su edad. Durante la inauguración la presidenta regional, Cristina Cifuentes, destacó que con la Sanidad madrileña hay una garantía de que «todos los chicos están en las mejores manos».