La empresa familiar detecta los primeros síntomas de recuperación económica

El presidente de la asociación murciana de la empresa familiar (Amefmur), José María Albarracín, aseguró ayer que «lo peor de la crisis empieza a pasar aunque la sociedad quizás no lo perciba», al tiempo que matizó que hay repuntes claros e indicadores en este segundo semestre del año. A su juicio, el año 2013 «puede comenzar a ser el puntal del nuevo proceso de crecimiento» y la empresa familiar ha visto que la innovación es la solución por la que se ha optado para hacer frente a las dificultades que plantea la situación actual.

De hecho, según especificó el director de la Cátedra de Empresa Familiar, Ángel Meroño, sobre los datos que recoge el octavo barómetro, «dos de cada tres compañías han innovado sus productos o servicios en los dos últimos años para ser más competitivas» y que más de la mitad han implantado nuevos procesos para reducir costes. No obstante, aclaró que la principal barrera que están encontrando las empresas a la hora de innovar es la incertidumbre sobre la demanda de nuevos bienes y servicios.

Por ello, «los encuestados esperan una mejora del entorno que permita un escenario de mayor confianza y credibilidad», agregó, al tiempo que indicó en cuanto a la relación entre innovación y carácter familiar que casi la mitad de las compañías creen que es positiva, «ya que la visión a largo plazo y el compromiso familiar favorecen su desarrollo».

Del mismo modo, el estudio refleja que las empresas familiares, tras dos meses de caídas generalizadas, muestran una mejor valoración de la situación económica murciana y, especialmente, de la española. En este sentido, los datos señalan que un 7,3 por ciento espera mejorar su situación económica durante los próximos meses y un 15,2 por ciento consideran que crecerán sus cifras de ventas. «Este incipiente cambio de tendencia se explica por la mejora de ciertas variables en el último semestre e indican que un 18 por ciento de las empresas han aumentado sus exportaciones, un 15,9 por ciento sus inversiones y un 14,6 por ciento han incrementado sus ventas».

Si bien, aunque la gran parte de las compañías comienzan a notar una mejora en sus indicadores todavía la tendencia no es mayoritaria, debido a que un 62,9 por ciento de las empresas sufrieron disminuciones en sus ventas durante el último semestre del año. Cabe destacar que el principal limitador, según respondieron el 92 por ciento de las 150 empresas encuestadas, es la debilidad de la demanda que alcanza el valor más alto de los últimos tres años. Por detrás se sitúan las dificultades de financiación con un 48 por ciento, seguido del aumento de la presión competitiva (41 por ciento).

No obstante, aunque las perspectivas son que la debilidad de la demanda y la escasez de financiación marquen los próximos meses, la novedad de este barómetro es que los encuestados mencionan una serie de aspectos que reflejan cierto optimismo.

El director del Instituto de Fomento de la Región (INFO), Juan Hernández, hizo hincapié en que hay elementos que marcan una tendencia positiva, especialmente en el sector servicios y en la industria agroalimentaria, que según precisó, en algunos casos han aplicado procesos de producción similares a los del sector automovilístico.