Dakar: el desafío eléctrico de Audi y Carlos Sainz

“Correr el Dakar en Arabia con un coche nuevo eléctrico como el Audi es un reto muy ambicioso y difícil, que pondrá al límite a los ingenieros y demás miembros del equipo y como piloto, se trata de una experiencia apasionante. Pero que nadie dude que mi objetivo es intentar llegar el primero, ganar con este coche desde el primer año”. Esa es la determinación de Carlos Sainz y su copiloto Lucas Cruz, que están desarrollando el primer Audi eléctrico que participará en la prueba más dura del mundo. “Acabar segundo o tercero cuando ya has ganado en otras ocasiones, no te llena”, sentenció el piloto madrileño.

La pareja española lleva varios meses colaborando estrechamente con el departamento de ingeniería de competición de la marca alemana en el desarrollo del Audi RS Q e-tron, que equipa un potente sistema de propulsión eléctrico con una batería de alto voltaje que se puede recargar según sea necesario durante la conducción utilizando un motor TFSI como conversor de energía. Además de los triunfos deportivos, los responsables de la firma de los cuatro aros indican que objetivo final es mejorar permanentemente el rendimiento del motor eléctrico y de la batería en los próximos años y utilizar la experiencia acumulada en este proceso para aplicarla a los vehículos de producción.

Las características del Rally Dakar suponen un desafío especial para los ingenieros. La prueba maratón dura dos semanas, con etapas diarias de hasta 800 kilómetros. Una distancia muy larga que supone el mayor desafío para un sistema de propulsión eléctrico. El sistema de propulsión del Audi RS Q e-tron es eléctrico. Tanto en el eje delantero como en el trasero se instala una unidad motor-generador como las que utiliza el actual Audi e-tron FE07 desarrollado por Audi Sport para la temporada 2021 de la Fórmula E. Para su utilización en el Rally Dakar, la planta motriz apenas ha requerido unas mínimas adaptaciones. Dado que en el desierto no existen oportunidades para recargar la batería, los ingenieros han optado por un concepto innovador: a bordo del Audi RS Q e-tron se instala el motor TFSI procedente del Campeonato Alemán de Turismos (DTM), que forma parte de un sistema convertidor de energía encargado de recargar la batería de alto voltaje durante la conducción.

El motor funciona en un rango especialmente eficiente de entre 4.500 y 6.000 rpm, lo que permite un consumo específico muy por debajo de los 200 gramos por kWh. Una tercera unidad motriz con idéntico diseño forma parte del convertidor de energía y se utiliza para recargar la batería de alto voltaje mientras se conduce. Además, el vehículo cuenta con un sistema de recuperación de energía durante la frenada. La batería pesa alrededor de 370 kilogramos y tiene una capacidad de 50 kWh.

La potencia máxima del sistema de propulsión eléctrico es de 500 kW, equivalentes a 680 caballos. La organización del Rally Dakar, que se celebrará entre el 2 y el 14 de enero de 2022, todavía está ultimando la potencia que se podrá utilizar durante la carrera. El tren motriz eléctrico ofrece muchas ventajas, puesto que los motores eléctricos permiten una gestión muy precisa que garantiza la facilidad de conducción. Además, es posible recuperar energía en las frenadas.