Opinión

Hannity os espera

Ah, la situación en EE.UU. y las semejanzas con España respecto al coronavirus. Donald Trump, rubio con la piel teñida de pomelo, presidente con alma de portero de discoteca, concede unas ruedas de prensa congestionadas de titubeos. A menudo responde chulesco, bruto bajo el entorchado. Pero antes de cada ladrido, cada vaguedad, cada pelota disparada a la grada y cada melonada hay una pregunta que escuece y un periodista libre. Desde luego Trump no osaría celebrar unas ruedas de prensa como las de Moncloa, con las cuestiones cribadas, un borrego humillado en el papel de árbitro y las respuestas redactadas en el teleprompter. Mucho menos en mitad de la mayor crisis sanitaria desde la irrupción del SIDA o la pandemia de la gripe española. Ya no digamos con unas turbulencias económicas disparadas en pos de una depresión cósmica. Trump será un buitre, emperador de la cochambre, heredero de Berlusconi, amigo de Putin, pero en EE.UU. la Primera Enmienda de la Constitución, que salvaguarda entre otras la libertad de prensa, todavía es sagrada. Ello no obsta para que entre España y EE.UU. haya similitudes. No tienen más que espigar los mensajes del propio Trump y los de su prensa afín, emperrada en que 1) la Casa Blanca actuó a tiempo, 2) nadie podía imaginar algo así y 3) el presidente, loado sea, jamás minimizó los riesgos. Qué fácil es hablar a toro pasado, lloran los papagayos, que no se paran en barras a la hora de señalar responsables, ya se trate de los gobernadores de Nueva York o Illinois o los alcaldes de Nueva Orleans y Detroit. ¿La culpa? ¡La culpa es de cualquiera excepto del gobierno! Las afinidades son tan acusadas, el hedor tan familiar, que más de un periodista español podría fichar mañana por Breitbart News y más de un presentador de tv sería recibido entre aplausos por los productores de Fox. Para montárselo como sólo ellos saben, para garantizarse un sueldo incluso más nutritivo del que reciben en España en calidad de prestigiosos cobistas, basta con sustituir a Sánchez por Trump y dejar intacto el resto del guión. En España la crisis será de aúpa y peligran los mass media. No sé a qué esperan nuestros sumos pontífices sanchistas para enviar sus CV a Hannity y Limbaugh, iguales en el argumentario inmundo y las genuflexiones ante el capo.