Elecciones Generales 2016

¡Colau, esa mujer!

La Razón
La RazónLa Razón

La pugna electoral entra en su semana decisiva y los ciudadanos-votantes estamos empachados de propaganda, mensajes, debates a dos, a tres y hasta de a seis o siete. Esta última modalidad de debate en melé es aburrida y soporífera. Ayer sufrimos la última sobredosis en RTVE y, los catalanes tuvimos «la suerte» de ver el preámbulo en TV3 el domingo por la noche. La dirección recibió a los participantes entre los silbidos, gritos y pancartas del comité de empresa que protestaba por el enjuiciamiento de un trabajador del ente acusado de filtrar los planes del expediente de regulación a la prensa. Siete años le pide la acusación. Lo chocante es que la dirección de «teleprucés» haya descubierto que en este mundo hay filtraciones. Como diría el poeta Federico Trillo «¡manda huevos!». Vuelvo a lo mío. La cosa está tan al rojo vivo que los representantes de los trabajadores ni saludaron a Gabriel Rufián –ERC– ni a Francesc Homs –CDC–. Tampoco lo hicieron, eso no es mucha novedad, a PSC, PP o Ciudadanos. Al que sí recibieron entre aclamaciones fue a Xavier Domènech –En Comú Podem, Podemos– con el que se hicieron hasta una foto en el camerino. ¡Cómo cambia el cuento en TV3! ¡Cuánto chaquetero! Las relaciones entre la televisión pública y Ada Colau no son para tirar cohetes. Este cronista ha sabido que los de Colau pidieron a TV3 imágenes de recurso para incluir en la película «Alcaldesa». En aquel momento todavía había buen rollo. Tanto, que los peticionarios dijeron a los representantes de que si no les cobraban por la cesión de imágenes daban a TV3 los derechos de emisión.

Todo parecía inmaculado. En apariencia. Sin embargo, TV3 dijo que no. Que «las imágenes se pagaban y punto». No querían en «teleprucés» que se repitiera el caso de «Barcelona, Ciudad Muerta». Esta cinta relata una conspiración judeo-masónica –con policías, jueces y Gobierno municipal implicados– que llevó al suicido a una okupa acusada de la agresión a un policía municipal, que sigue hoy en día sufriendo las secuelas del tiesto que le tiraron a la cabeza. El caso es que sus productores pidieron las imágenes a TV3. Se las dieron gratis a cambio de ceder los derechos de emisión. La sorpresa se produjo cuando las redes sociales impulsaron una campaña «contra la censura de TV3, que tenía una cinta que no emitía a pesar de tener los derechos». O sea, que los «teleprucés» hicieron el primo. La emitieron. Los medios de comunicación –los del régimen y los acólitos– se tomaron el documental de «arte y parte» como verdad absoluta. La CUP y Colau hicieron su «agosto» de cara a las municipales de 2015. Por suerte, «teleprucés» no ha vuelto a meter la pata. Los que han visto el reportaje nos cuentan que «Alcaldesa» no tiene en cuenta que Barcelona va a padecer esta semana su enésima huelga de metro sin que la mediación de la «Alcaldesa» haya servido absolutamente para nada. Tampoco salen los problemas de la Policía con el equipo de gobierno. Eso sí, sale la «alcaldesa activista» sufriendo «la agresión de las fuerzas de represión que están al servicio de la oligarquía».

Qué lástima que TV3 no la emita porque no ha comprado los derechos. Por si se lo repiensan sugiero un título: «Colau, esa mujer», mucho más colega, más cercano. No desesperen, si ganan aún tendremos la posibilidad –obligación– de verlo. Ya saben, si se quiere sí se puede.