Pilar Ferrer
«El flemón ha reventado»
Estaba cantado, y aquí se escribió. La cuerda se había tensado mucho, sobre todo ante la próxima reunión en La Moncloa. Josep Antoni Duran Lleida le había trasladado a Artur Mas toda una agenda de propuestas para el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. No tuvo éxito. Y en la noche de la graduación de su hija mayor, una estupenda estudiante que ha viajado por toda Europa, decidió hacerla definitiva: «El flemón ha reventado», le dijo el portavoz de CiU a algunos diputados de su confianza, en alusión a las molestias dentales que venía sufriendo últimamente. Sucedió en una conversación privada. Duran seguirá en su partido, Unió Democrática, y en sus tareas parlamentarias, pero abandona como «número dos» de la Federación convergente. No hay más sorpresa que la fecha anunciada. Hace largo tiempo que los desencuentros entre Duran y Artur Mas eran frecuentes. Y mucho más entre el llamado «núcleo duro» de CDC, liderado por Francesc Homs. La gota final se produjo tras el almuerzo que el president mantuvo con un destacado grupo de miembros de La Trilateral, el influyente foro mundial con poderosos intereses en varios gobiernos. En el Palau de la Plaza de San Jaume, Artur Mas y uno de sus leales espadachines, el secretario general de Presidencia, Jordi Vilajoana, insistieron en sus tesis soberanistas. «Ha soltado su rollo y no hay quien le pare», dijo uno de los asistentes. Cordial, educado, pero cerrado, según algunos de los comensales, al definir esta huida hacia delante de Mas. El discurso era el mismo. Ajeno, con oídos sordos al mundo socioeconómico de Cataluña. En los últimos días, Duran se había empleado a fondo por una postura intermedia. No pudo ser, y el nombre de Ramón Espadaler estaba ya sobre la mesa. Seguirá como portavoz de CiU en el Congreso y verá acontecimientos. Es la historia de una salida anunciada, pero no irreversible. Su futuro político no está, en absoluto, cerrado.
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