Real Madrid
Gloria entre rejas
Iñaki Urdangarín jugó 14 temporadas en el Barcelona de balonmano. Acumuló 52 títulos (10 Ligas Asobal y 6 Copas de Europa, entre tantos). Con la selección española compitió en tres Juegos Olímpicos (bronce en Atlanta’96 y en Sidney’00). Fue vicepresidente del COE con José María Echevarría en la presidencia desde febrero de 2004 hasta octubre de 2005. Tenía amigos poderosos que intentaron impulsarle a un rango superior, pero chocaron con Alejandro Blanco, que contaba con numerosos apoyos y triunfó, sin discusión. Y ahí sigue, dispuesto para la reelección el 31 de mayo, mientras que a su oponente de entonces las únicas puertas que se le abren son las de la cárcel: le han condenado a 6 años y tres meses de prisión. No ingresará de inmediato, advierten los expertos en asuntos judiciales, pero entrará, sostienen.
Y cuando lo haga puede que de su paso por el Barcelona no quede ni la camiseta. Están pensando en retirarla del Palau Blaugrana, donde permanece colgada junto a la de otras glorias del club catalán. El dilema es que todo lo que Iñaki Urdangarín consiguió deportivamente es indiscutible e intachable; pero la situación actual es tan delicada que los directivos del club no logran abstraerse de la presión social, mal que les pese.
Pero ése es el menor de sus problemas. Levantar la moral de la tropa después del severo correctivo que aplicó el PSG al equipo de fútbol es complicado. Surgen las dudas en torno a la figura del entrenador y a los 112 millones de euros que se han invertido en jugadores para reforzar la plantilla y que rozan el bluf. Y como suele suceder en el «puente aéreo», lo que es mohína barcelonista es harina madridista. Zinedine Zidane recupera a Bale, pero da vacaciones a Keylor Navas, Modric y Benzema. Ante el Espanyol el Real Madrid juega con fuego.