Política

Iñaki Zaragüeta

La «línea roja»

La «línea roja»
La «línea roja»larazon

Vivir para ver. Ahora resulta que la «línea roja» que prevé destituir o pedir la dimisión al político que fuera imputado en una causa de corrupción y que fue puesta en práctica por el presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, va a ser la que regirá en el futuro para todos los partidos. Es curioso que vaya a convertirse en dogma y que, sin embargo, fue criticada desde su propio partido, en la Comunidad Valenciana y en Madrid, y desechada en el resto.

Razón debía tener Fabra cuando esa «línea roja» de la imputación ya ha sido asumida públicamente por la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y su homólogo socialista, Pedro Sánchez. El «no habrá imputados en las listas electorales del PP valenciano» reiterado desde hace tiempo por su dirigente Fabra lleva camino de regir en todas las organizaciones políticas. Algún mérito debería otorgarse al pionero.

No puedo decir lo mismo del presidente de Extremadura, José Antonio Monago, que durante un tiempo abusó del erario. El mismo «brincamares» que daba lecciones a sus colegas autonómicos de cómo comportarse política y personalmente, se aprovechó descaradamente de las prebendas como senador. El mismo que, teniendo tanto que callar, no se recataba a la hora de dar lecciones. Quien se jactaba de gestionar mejor que nadie, pero callaba su dispendio institucional.

No sé si su actuación es delictiva, pero tal como está el patio debería ser consecuente con sus jactancias y dimitir. Nuestro dinero merece más respeto por más «love story» interregional que ande por medio. ¡Qué decir de su desmemoria como excusa!. Patético. Como decía ayer mi amigo Rogelio: a Monago «encara li passa poc» (aún le pasa poco). Así es la vida.