Los pins de Cristiano y Messi

«Tiene la pelota Messi y se la pasa a Cristiano Ronaldo...». Podría ser parte de la narración de un amistoso entre un equipo cualquiera y la selección resto del mundo, en la que coinciden las dos figuras por excelencia. Pero no es un partido sino la metáfora de un delito que ambos comparten, aunque sus asesores fiscales, los que hacen las trampas que les conducen al cadalso, probablemente ni se conocen. En el choque, Cristóbal Montoro se ha quedado con el balón.

Será casualidad, o no, que, en medio de la polvareda levantada por el TC al declarar anticonstitucional la amnistía fiscal del ministro de Hacienda, brote con la fuerza de una bomba de racimo la acusación de la Fiscalía Provincial de Madrid a Cristiano por defraudar 14,7 millones de euros. Es lo que hay.

La denuncia contra el próximo Balón de Oro bebe de la sentencia del Tribunal Supremo contra Messi, condenado a 21 meses de cárcel por tres delitos fiscales y defraudar 4,1 millones de euros.

CR supera esa cifra y gana por goleada a Leo, al multiplicar por algo más de tres la cantidad defraudada. En ambos casos, la conclusión es que los asesores les han metido un gol por toda la escuadra, y no son cancerberos, y les han colocado en la picota. O los «consiglieri» son muy malos, que es lo probable, o se han pasado de listos, que también es posible. Porque aunque Mario Maza, el abogado del Estado que equiparó al astro azulgrana con «el capo de una estructura criminal», al considerarle al tanto de las trapisonadas, cuesta creer que tanto el azulgrana como el madridista discurran un entramado semejante para evadir impuestos. Cabe preguntarse si uno y otro habrán acudido alguna vez al cajero automático, tarjeta en ristre y con el pin memorizado. Cuesta creerlo entre gente que tiene chicos/as para todo y cuya misión en este mundo es hacer felices a sus respectivas aficiones... y volver tarumbas a los inspectores de Hacienda.

Ahora en Barcelona se ahorrarán aquello del trato de favor en asuntos tributarios a los jugadores del Madrid. Juegan el mismo partido. Y el árbitro, Montoro.