Alfonso Ussía
Pacíficas novias
Pacíficas y dulcísimas como carne de membrillo. Me refiero a las dos últimas novias del «vicepresidente» Iglesias. Se llevan bien y coinciden en sus deseos. Las dos, Irene Montero y Tania Sánchez, desean contemplar el mismo espectáculo. La ejecución pública, mediante guillotina, del Rey y la Familia Real. Una y otra, cultas, sensibles y afrancesadas. El detalle de la guillotina les concede un plus de hondura histórica. Lógica profundidad intelectual cuando el «vicepresidente» Iglesias detuvo su mirada en sus tibias curvas para culminar las llamadas de la permanente primavera. Coinciden en la guillotina, pero no en las ventajas que la mar procura. Irene Montero, la actual, también sueña con ofrecer «a todos los Borbones a los tiburones». Tanía no llega a tanto porque en Rivas Vaciamadrid no se adivina, ni aún en las más altas azoteas, los azules marinos. No lejos de Rivas, se levanta más de un viejo olivar. Para compensar la cultura marina de Irene, que sabe perfectamente que en el mar viven los tiburones –lo supo por un reportaje en La 2 de TVE cuando cumplió los dieciséis añitos–, Tania puede echar mano de los olivos: «Para los Borbones vivos, las sogas en los olivos». El problema es que la soga no es tan culta como la guillotina, y ya se sabe que en «Podemos» lo fundamental es la cultura y el respeto al prójimo.
«Se puede cambiar de mujer, pero siempre se ama a lo mismo», que dijo Kant. Si Irene y Tania ignoran la extinguida existencia de Kant pueden –y deben– recurrir al «vicepresidente» Iglesias, su hombre, que ha leído en más de veinte ocasiones la «Dissertatio de 1770», su libro preferido, el que siempre tiene a mano en su mesilla de noche, mesilla que una y otra conocen sobradamente. Y se ama a lo mismo, como Kant apuntó, porque siendo tan diferentes en el aspecto físico, Irene y Tania son almas gemelas en la sensibilidad. Irene desea ver la cabeza del Rey guillotinada, y Tania Sánchez escribió en 2012 el siguiente mensaje tuitero: «Tania Sánchez @ Ainhat. Una Familia Real de gatillo fácil y huesos débiles sólo tiene una salida: Guillotina. A por la Tercera». Es decir, que ahí Tania Sánchez coincide con su nuevo compañero de partido Guillermo Zapata. Los presos judíos de Hitler y Stalin padecieron la paulatina debilidad de sus huesos. Tania, que los tiene estupendos, considera que los huesos débiles no pueden ser tratados, sino destruídos. Y lo del gatillo fácil, que se lo pregunte a sus antiguos compañeros de IU, Cayo Lara y Cañamero, que en los llanos y sembrados de Argamasilla y de El Coronil respectivamente, no dejan libre de perdigones ni el vuelo de una perdiz, ni el sosiego de un conejo, ni la carrera de una liebre. Claro, que Tania tiene muy mala memoria y no recuerda ni las subvenciones que ella aprobó en beneficio de su hermano, y que superaron el millón de euros.
Un actual diputado de «Podemos» escribió refiriéndose a los miembros de la Policía y Guardia Civil: «Sois unos asesinos y unos hijos de puta, vamos a ir por vosotros». El mismo «vicepresidente» Iglesias –«in vídeo veritas»–, reconoció emocionarse cuando veía a los manifestantes pegar y agredir a los antidisturbios. Y un tal Sánchez Mato, concejal en Madrid ha escrito y reconocido la más grave apología del golpismo: «No queremos ser los mejores gestores, sino derribar el sistema».
Hoy, los guardias civiles se cuadran cuando el «vicepresidente», su novia, y su antiguo rollete hacen su entrada en el Congreso de los Diputados. Y hoy también, el «vicepresidente» visita al Rey que sus novias desean descabezar vestido de camarero de chiringuito. Y el Rey le trata con cortesía y respeto. Pero ellas son muy suyas, muy resentidas, muy sangrientas y muy monas, escrito sea con el permiso de las feministas que no abren la boca cuando las mujeres son lapidadas en Irán. Caray con las novias del «vicepresidente» de Sánchez.
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