Crisis política en Italia

Italia, miseria política y moral

La Razón
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Esconder los errores. Apuntar a los demás. Demasiadas veces, la política italiana –como otras en Europa– han señalado a los equipos de gobierno pasados para desviar las críticas y el descontento de los ciudadanos. El hundimiento de un puente emblemático de Génova, que ha dejado decenas de muertos, lleva camino de provocar algo aún peor: que los italianos profundicen en el desapego hacia su clase política. Tras el hundimiento del partido socialista y la democracia cristiana por los escándalos de corrupción, los populistas de Beppe Grillo y los ultraderechistas de Salvini comienzan a recoger los primeros frutos del desprecio de los italianos. Mientras el líder de la Liga Norte se iba de fiesta tras la tragedia, al populista Grillo, del Movimiento 5 Estrellas, le recuerdan cómo en 2013 calificó de «cuento» el posible desplome del puente en Génova y rechazaba construir una autopista alternativa. En Italia, ayer, los medios de comunicación se hacían eco del comunicado de la Comisión, en el que recordaba que Italia era responsable del mantenimiento de sus infraestructuras y que disponía de fondos. Las acusaciones de Roma de supuestas «restriccciones» ordenadas por la UE sólo hace que la desidia de los gobernantes italianos pida a gritos una catarsis.