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¡Entró, entró, el «lob liftado»! de la española Nadia Calviño

La elección de Calviño es positiva para España, aunque eso no significa que el país vaya a ganar mucho peso específico en una Unión Europea que adopta sus decisiones sin que apenas influyan las posiciones españolas

Juan José Castillo (1921-2001) fue un periodista deportivo famoso en los años sesenta y setenta del siglo pasado por sus comentarios en las retransmisiones televisivas de tenis, sobre todo de la Copa Davis, cuando los Manolos, Santana (1938-2021) y Orantes, hicieron popular el deporte de la raqueta. Castillo, en la final de la Davis de 1967, que España perdió con Australia, al cantar un punto de Santana dijo aquello de «¡entró, entró! el “lob liftado” del español», una expresión que repetiría muchas veces en otros tantos partidos de tenis y que cuajó como latiguillo en buena parte de la sociedad que también aprendió que significaba algo así como «globo con efecto». Ayer, Nadia Calviño, por fin, pudo cantar su propio «¡entró, entró!», cuando se confirmó su próxima elección como presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI). A la tercera va la vencida, porque la todavía «vice» ya aspiró, sin éxito, a la dirección del Fondo Monetario Internacional y a la presidencia del Eurogrupo. Ahora, por elevación y gracias al efecto de la continuidad de Pedro Sánchez en La Moncloa ha logrado su objetivo de encabezar una gran institución internacional, algo que completará –retribución económica de 350.000 euros anuales incluida– su carrera en Europa, con el paréntesis de su paso por el Gobierno español, tras ser directora general de Presupuestos de la Comisión Europea.

La elección de Calviño es positiva para España, aunque eso no significa que el país vaya a ganar mucho peso específico en una Unión Europea que adopta sus decisiones sin que apenas influyan las posiciones españolas. No obstante, algo es algo y el BEI reparte y canaliza mucho dinero y Calviño, desde luego, al menos en una primera etapa, intentará ayudar al Gobierno de Sánchez. Más adelante, nadie sabe. La elección de la hasta ahora «vice primera» obliga a su relevo al frente de la economía española en un periodo que no va a ser fácil, porque habrá que volver al rigor fiscal –ingresos y gastos–, la economía europea va muy al «ralentí» y la jaula de grillos de los apoyos parlamentarios del Gobierno pueden complicar todo mucho. Las quinielas hablan de José Luis Escrivá, pero quizá organizó demasiados líos como ministro de la SS y además sueña con el Banco de España; de Manuel de la Rocha, hombre de confianza económica de Sánchez en La Moncloa; de David Vegara y José Manuel Campa, secretarios de Estado con Zapatero, y también de Maurici Lucena, presidente de Aena. Mientras, Sánchez deshoja la margarita, Calviño ya tiene su propio «¡Entró, entró!, el lob liftado», que popularizó Juan José Castillo.