Insensateces
El ninguneo
Hay ninguneos que son molestos, constantes, y nos han acostumbrado a estar calladitos. No vaya a ser que se enfaden y nos quiten también al utillero
Pase lo que pase esta noche, ya hay dos nuevas estrellas en el firmamento fútbol. Posiblemente, España tenga en sus filas jugadores tan espectacularmente buenos como Lamine Yamal y Nico Williams, pero su juventud y desparpajo les coloca directamente en el foco. Y sus nombres también, en un país que todavía considera una noticia su color de piel y su procedencia. El pequeño de los Williams ha sido esta semana centro de comentarios por las quejas del Presidente de su club, el Athletic de Bilbao, Jon Uriarte. Dice Uriarte que el futbolista ha estado sometido a un bombardeo de preguntas sobre su futuro de forma «desmesurada y sin control» cuando está concentrado para disputar un torneo tan importante como la Eurocopa y que la Federación no ha sabido protegerle. No sé si esa queja, en los labios de otro presidente en el que todos pensamos, hubiera tenido la misma contestación, la verdad. Estoy convencida de que se hubieran templado mucho más las gaitas en las respuestas. También es bastante improbable, además, que a sus jugadores se les preguntara a qué club les gustaría ir porque ya viven en un completo sueño de color blanco. A Carvajal, por ejemplo, se le ha interrogado sobre si está tratando de convencer a fulanito o menganito para que se vengan a Concha Espina, así como si fuera imprescindible o necesario para cualquier ser humano tener ficha en el Bernabéu. También se hace con el Barça, ojo, que ha encontrado, para sus crisis, una solución magnífica: la de ilusionar a su parroquia a base de fomentar chismes de futuro con, por ejemplo, Nico Williams. O a Le Normand con el Atleti, que aquí no se libran ni los míos. Estas cosas se contemplan con mucha naturalidad en las aficiones de los citados equipos e incluso entre los periodistas que cubren la actualidad de los clubes españoles, más pendientes de la alineación de La Liga en sus afectos, de la Portugal de Cristiano, la Inglaterra de Bellingham o la Francia de Griezman. Servidora, que estas cosas las vive como aficionada y no como periodista, entiende la reacción. Hay ninguneos que son molestos, constantes, y nos han acostumbrado a estar calladitos. No vaya a ser que se enfaden y nos quiten también al utillero.
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