Modernidad

Roger Scruton ha sido profesor de Estética en la Universidad de Londres, editor de «Salisbury Review» y colabora regularmente en «The Times». Insiste en la importancia de la filosofía moderna y entre otros temas decisivos ha planteado la caracterización del concepto de modernidad. Considera, con razón, que no hay modo de comprender lo que somos sin tener en consideración explicativa y creadora el sentido de la modernidad.

Estima Scruton que tres grandes artistas abrieron el camino de la modernidad: Charles Baudelaire (1821-1867), poeta francés; Edouard Manet (1832-1883), pintor francés; y Richard Wagner (1813-1883), compositor alemán. Los tres «rondan» la obra de Thomas Stearns Eliot (1888-1965), el mayor escritor moderno estadounidense, que se matriculó en Harvard y descubrió a John Donne, a los metafísicos, a los isabelinos, a los postsimbolistas franceses a través de Pound, y de modo particular a Dante. Tras una breve estancia en La Sorbonne de París (1910-1912) volvió a Harvard por tres años y finalmente se radicó en Londres. Algún tiempo se vio obligado a emplearse en el Lloyds Bank y sólo tras obtener lo que precisaba pudo integrarse plenamente en la vida literaria. En 1914 apareció su primera antología poética, en la que destacan «El canto de amor de J. Alfred Prufrock» y «Retrato de señora»; en 1919 aparecieron los «Poems», un año después reeditados, con modificaciones; e inmediatamente, una antología de ensayos: «El bosque sagrado», primer volumen de una serie de escritos teóricos que le convirtieron en un crítico de importancia en la época contemporánea sobre la relación entre el poeta como persona y la historia de la poesía como experiencia. En 1922, «Tierra baldía», marca el momento culminante de su primera etapa poética. En 1923 fue nombrado director de la revista «Criterion». Entre 1930 y 1954 fue su época de mayor influencia. Precisamente, en 1948 obtuvo el Premio Nobel de Literatura y es cuando su teoría literaria influye positivamente en cuantos hacen referencia al concepto de modernidad en el campo literario, aunque no como realidad teórica, sino cultural estética. Quiero destacar la importante crítica cultural desde la cual se aprecia en la poesía (Baudelaire), en la pintura (Manet) y en la música (Wagner).

Aquí quedan los datos que sirven para enervar el concepto imprescindible de «modernidad» y ahora me gustaría llamar la atención hacia la función, invocada por Roger Scruton, sobre el papel literario crítico decisivo del premio Nobel de Literatura Thomas Stearns Eliot, que ha sido posible comprender en la magnífica investigación llevada a cabo por la señora Carmen Romero Sánchez-Palencia, en la Universidad Francisco de Vitoria, en un libro publicado por la Editorial Dykinson, S.L. Un precioso libro titulado «Existencia y literatura: la teoría como provocación en T. S. Eliot», donde, por añadidura, se lleva a cabo un análisis fastuoso, inteligente y profundo no ya del autor, sino de lo que se denomina con acierto «la teoría como provocación en T. S. Eliot».

En el conjunto analítico de la obra literaria no es posible alcanzar un rendimiento total sin entrar a fondo en el análisis de la teoría poética que abarca tres campos: el autor, la obra y los lectores, que son los que otorgan a la obra su verdadero significado. La doctora Carmen Romero, lo que en prioridad lleva a cabo es un detenido y brillante análisis del pensamiento de Eliot, a lo largo y ancho de la experiencia. De forma y manera que el contexto modernista es quien condiciona las etapas de la teoría y los modos en torno a los cuales pueda aproximarse al pensamiento. Son tres fases: 1) La gestación del pensamiento (1914-noviembre 1926); 2) La conversión y esperanza (1926-1948) que señala la trascendencia, la esperanza como actitud vital; 3) La matización y misterio (1948-enero 1965), creación y crítica. Por el análisis de las obras se alcanza el pensamiento poemático. Solo felicitaciones por el excelente estudio lleno de juvenilismo, madurez y sabiduría literaria de la doctora Carmen Romero Sánchez-Palencia que, con su investigación, proporciona, por añadidura, razones de gran entidad para comprender cómo se puede entender la modernidad poemática desde la teoría literaria.