Estudio
El inesperado efecto análgésico de la dexametasona contra los opioides
Dos dosis de este fármaco reducen el consumo de morfina durante las 48 horas posteriores a la artroplastia total de rodilla y el dolor posoperatorio causado por esta
La artroplastia total de rodilla (es decir, la extracción de las articulaciones dañadas o enfermas, las cuales están formadas por hueso y cartílago, y su sustitución por articulaciones artificiales) es un procedimiento común. Tanto es así, que se estima que en todo el mundo, se realizan más de un millón de intevenciones al año de este tipo y, con el envejecimiento de la población, se espera que este número aumente notablemente.
El procedimiento se asocia con dolor posoperatorio de moderado a severo. Es por ello que se recomienda tratamiento analgésico multimodal para su manejo después de una artroplastia articular total.
La dexametasona se usa a menudo como parte de este tratamiento frente a las náuseas después de esta cirugía. Sin embargo, la evidencia de sus efectos analgésicos adyuvantes tras una artroplastia total de rodilla era de certeza muy baja, y en la literatura científica abundaban ensayos pequeños con poco poder estadístico y, por lo tanto, con riesgos de sesgo y errores aleatorios.
Para tratar de aportar luz sobre este tema cinco hospitales daneses pusieron en marcha el ensayo “DEX-2-TKA” (Dexametasona dos veces para el tratamiento del dolor después del ensayo de artroplastia total de rodilla, según su traducción del inglés), aleatorio, ciego, controlado con placebo con seguimiento a los 90 días en el que han participado 485 adultos sometidos a artroplastia total de rodilla, para investigar los posibles efectos beneficiosos y perjudiciales de una y dos dosis de dexametasona intravenosa (24 mg) como tratamiento complementario de un fármaco analgésico opioide en adultos después de una artroplastia total de rodilla.
Los resultados
“Nuestra hipótesis fue que 24 mg de dexametasona intravenosa como adyuvante del tratamiento multimodal del dolor reduciría el consumo de opioides posoperatorios y el dolor, y que dos dosis serían mejores que una”, dicen los investigadores en el estudio, publicado en la revista “British Medical Journal”. Y el resultado les dio la razón: “Dos dosis de dexametasona, como coadyuvante de un tratamiento multimodal del dolor con paracetamol, ibuprofeno y analgesia de infiltración local, redujeron el consumo de morfina y el dolor tras la artroplastia total de rodilla”, concluye el trabajo. En concreto dos dosis de dexametasona redujeron el consumo de morfina durante las 48 horas posteriores a la artroplastia total de rodilla y redujeron el dolor posoperatorio.
Este ensayo fue respaldado por una revisión que solicitó ensayos grandes con dosis más altas de dexametasona que las utilizadas para el tratamiento de las náuseas y los vómitos, lo que podría mejorar el tratamiento del dolor.
Los efectos analgésicos potenciales de los glucocorticoides como adyuvantes se deben probablemente a sus propiedades antiinflamatorias, incluida la supresión de citocinas proinflamatorias y la inducción de citocinas antiinflamatorias, reducción de la síntesis de prostaglandinas y posible disminución de la excitabilidad de las células nerviosas. Este efecto, precisamente, le ha convertido en uno de los medicamentos más eficaces frente a la Covid-19.
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