Salud
Descubren que la dieta carnívora pone amarillas las manos y los pies
Un equipo de cardiólogos estudia el extraño caso clínico de un hombre que desarrolló nódulos amarillentos en las extremidades porque solo comía carne y queso
Los defensores de la dieta carnívora recelan de la ciencia. A grandes rasgos, esta pauta alimenticia consiste en hacer todo lo contrario a lo que aconsejan las grandes guías con el objetivo de adelgazar: comer grandes cantidades de animales y muy poco de cualquier otra cosa. La meta es llevar a cabo una alimentación muy alta en proteína, alta en grasa (en buena parte saturada), sin frutas ni verduras y sin fibras. La dieta carnívora implica, básicamente, darle la vuelta a la clásica pirámide de alimentación NAOS que apoyan todas las sociedades médicas.
La versión más extrema se limita a comer carne roja y agua, aunque algunas personas incluyen en dieta carnívora alimentos de casquería (órganos de animales) y pescado. Las alternativas más flexibles también permiten incorporar productos derivados de animales, como los huevos o los lácteos. No hay investigaciones sólidas que sustenten los supuestos beneficios de la dieta carnívora, en ninguna de sus variantes.
Únicamente la dieta Paleo (comer como cavernícolas) o la dieta Keto (cetogénica) se han relacionado con ciertos efectos positivos asociados a la pérdida de peso que provocan. ¿El problema? Los riesgos relacionados con estas pautas alimentarias están mucho mejor documentados e incluyen doblar el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiaca y daños en los riñones. Pero lo cierto es que las peores consecuencias de seguir una dieta carnívora a largo plazo están aún por descubrirse.
En este sentido, aparece ahora el estudio de un extraño caso clínico que detalla por primera vez cómo un hombre adulto joven desarrolló nódulos amarillentos en las manos, los pies y codos tras adoptar una dieta carnívora. Un trío de cardiólogos estadounidenses (dos del Hospital General de Tampa, en Florida, y el tercero del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas) han informado de cómo procedieron, en un artículo publicado en la prestigiosa revistaJAMA Cardiology.
En su trabajo, Konstantinos Marmagkiolis, Jaime Caballero y Cezar Iliescu describen los síntomas y el diagnóstico de un paciente que acudió al Tampa General en busca de ayuda tras experimentar que los surcos de sus manos y pies se volvían amarillos. Es la primera vez que se registra un caso de estas características.
El hombre supuraba colesterol
El paciente, un hombre de unos 40 años, dijo a los médicos que los nódulos habían aparecido tres semanas antes de su visita al hospital. Tras interrogarle, determinaron que el paciente había adoptado la llamada dieta carnívora unos ocho meses antes de la aparición de los nódulos. Solo comía carne y alimentos derivados de animal (queso y mantequilla).
El paciente de este caso declaró haber comido casi 5 kilos de mantequilla, queso y otros alimentos grasos cada día desde que se embarcó en la dieta, llegando incluso a añadir grasa a las hamburguesas que consumía a diario. Los análisis de sangre mostraron que el colesterol del paciente era aproximadamente cuatro veces superior a los niveles normales. Los niveles de colesterol total superaban los 1000 mg/dL.
Los médicos le diagnosticaron xantelasma, una patología que consiste en la acumulación de crecimientos amarillos en los párpados o cerca de ellos, que se forman cuando se acumulan depósitos de colesterol (lípidos o grasas) debajo de la piel.
En este caso raro, la xantelasma apareció en varias partes del cuerpo; palmas de las manos, plantas de los pies y codos, como "consecuencia de una hipercolesterolemia grave asociada a la dieta carnívora", según escriben los cardiólogos. Su caso había progresado tanto que parte del colesterol se colaba por las grietas de la piel, provocando el color amarillo.
Los médicos le aconsejaron que redujera su consumo de grasas de forma inmediata. Sin embargo, también le dijeron que eso no eliminaría los nódulos, que requerían una extirpación quirúrgica o quemarlos con nitrógeno líquido, un procedimiento muy invasivo. También recordaron al paciente que unos niveles tan elevados de colesterol podían provocar otras afecciones, como enfermedades cardiovasculares, un mayor riesgo de infarto y, en última instancia, problemas hepáticos.
Aunque este no deja de ser un caso aislado, y la relación entre el consumo de carne y la salud es más compleja que este caso, el trabajo pone de relieve lo peligroso que es recibir información sesgada de fuentes no científicas. Las dietas que se han demostrado más saludables y seguras para perder peso son también las que más frutas y verduras incorporan.
Si bien las proteínas y las grasas son necesarias para el correcto funcionamiento del organismo, solo en el equilibrio está la virtud.