Coronavirus
El virus invade el sistema sanitario
Vacían las Urgencias y dos plantas del Hospital de Galdácano y 200 sanitarios están en cuarentena en País Vasco, Madrid y Andalucía. Se teme que dejen de funcionar algunas unidades
Reforzar la contención. Esa es la estrategia del Ministerio de Sanidad para acabar con el brote de coronavirus en nuestro país, que pasa por identificar a los casos sospechosos, así como a sus contactos cercanos, para cortar la cadena de transmisión. Esta política de contención también se empezó a implementar a mediados de febrero en los hospitales cuando los responsables de centros sanitarios se percataron de que el virus podría estar circulando a nivel interno sin ser identificado. Por ello, se volvió a diagnosticar a los pacientes con neumonías bilaterales sin un diagnóstico aparente para descartar posibles positivos por Covid-19. El objetivo era evitar que el coronavirus entrase en el corazón del sistema sanitario, infectando a personal y a pacientes. Pero, con todo, ha conseguido colarse y hasta invadirlo en el País Vasco. Ayer, el Departamento de Salud del Gobierno vasco tuvo que vaciar parte del Hospital de Galdácano, en Vizcaya, donde se registró la segunda muerte por coronavirus en España, la de un octogenario ingresado con una neumonía. Como no podían concretar el origen de este problema pulmonar, el miércoles se le hizo la prueba para conocer si estaba provocado por el coronavirus y dio positivo. Falleció pocas horas después de conocerse el resultado. El origen de la infección de esta víctima se desconoce, pues no había viajado a ninguna zona de riesgo ni había mantenido contacto estrecho con ninguna persona contagiada. Tras la muerte de este octogenario, el equipo de Vigilancia Epidemiológica comenzó a elaborar la lista de contactos cercanos de este hombre para ponerlos en cuarentena, entre ellos varios sanitarios del centro hospitalario vizcaíno y, ayer, finalmente tomó la decisión más drástica: poner en cuarentena el servicio de Urgencias y dos plantas del hospital.
No obstante, la situación más delicada se vive en otro hospital vasco, el de Txagorritxu, en Vitoria. Este centro hospitalario se ha convertido en el mayor foco de coronavirus en el País Vasco (y uno de los más importantes de España), con 11 positivos y 200 personas monitorizadas. El problema es que se ha tenido que poner en cuarentena a un centenar de sanitarios, lo que ha obligado al sistema sanitario vasco a buscar desesperadamente a personal para que haga las sustituciones y no se resienta el funcionamiento del centro.
En centros sanitarios de Madrid y Andalucía también se ha tenido que enviar a sus casas a varios médicos, enfermeros y auxiliares. Y ante la avalancha de casos, lo que teme ahora el Ministerio de Sanidad es que se produzca un pico en la epidemia y se colapse el sistema sanitario, carente de suficiente personal para hacerle frente. De ahí, la insistencia de Salud Pública de pedir a las personas que sospechen que puedan estar infectada de que no acudan a las Urgencias, sino que llamen al 112. De hecho, los que dan positivo y no tienen un cuadro clínico grave son derivados a sus viviendas para que hagan allí la cuarentena.
«El problema es que los hospitales actúan como amplificadores del virus», advierte el Jefe de Medicina Preventiva del Hospital Puerta de Hierro de Madrid, Ángel Asensio. «Los pacientes que entran a las Urgencias no llevan un cartel en la frente advirtiendo de que tienen coronavirus. Además, provoca síntomas muy parecidos a los rinovirus o la gripe, y como ya no hay un criterio epidemiológico claro es fácil que pasen desapercibidos e infecten a otras personas que están esperando y al personal sanitario», apostilla. Por eso, Asensio insiste en la importancia de que solo se vaya a Urgencias en los casos estrictamente necesarios y que se opte para las afeciones comunes y menos graves por la atención primaria. «Hay que evitar poner en riesgo a los trabajadores y a lo pacientes con patologías graves», explica, pues estos últimos «constituyen el verdadero grupo de riesgo para el coronavirus».
Asensio también explica que las cuarentenas en los hospitales no funcionan por sí solas para contener el coronavirus: «Los virus no se quedan en las instalaciones, necesitan a personas para propagarse», aclara. Por eso hay que llevar a cabo una política preventiva muy exahustiva y también de protección: «Hay que tratar de identificar a pacientes sospechosos y a los trabajadores que hayan estado expuestos» y, sobre todo, extremar las medidas de higiene. «Si se siguen todas las medidas de protección no es tan fácil contagiarse», apunta Asensio. El protocolo para el personal sanitario en este sentido es: un lavado previo y posterior al contacto con el paciente, el uso de mascarilla y protección ocular por si el paciente le salpica con secrecciones e, incluso, batas desechables. Si no se toman en serio los protocolos, «un paciente infectado podría pasar por varias unidades del hospital infectándolo todo y el funcionamiento normal del centro podría resentirse», con cancelaciones de pruebas e incluso de cirugías.
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