Medio ambiente

Día Internacional

Las desigualdades en salud aumentarán con el cambio climático

Olas de calor, sequías, mayor transmisión de enfermedades infecciosas o inseguridad alimentaria serán algunas de las consecuencias

El 74 por ciento del territorio en España está en riesgo de desertificación
El 74 por ciento del territorio en España está en riesgo de desertificaciónFENACOREFENACORE

La mayoría de los actuales planes de recuperación de la pandemia no son compatibles con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos en el Acuerdo de París y, por lo tanto, tendrán implicaciones sanitarias a largo plazo. Esta es una de las advertencias principales del Informe 2021 de la Cuenta atrás de la revista científica The Lancet: “Salud y cambio climático: código rojo para un futuro saludable”.

El trabajo, que representa el consenso de destacados investigadores de 38 instituciones académicas y organismos de la ONU, analiza 44 indicadores de las repercusiones del cambio climático en la salud como el aumento de la probabilidad de brotes de dengue, chikungunya y Zika, la idoneidad para las infecciones de malaria- que está aumentando en las zonas altas más frías de los países con un índice de desarrollo humano bajo- y como las costas del norte de Europa y Estados Unidos se están volviendo más propicias para las bacterias que producen gastroenteritis, infecciones graves de heridas y sepsis. “Demasiados de ellos parpadean en rojo”, declara el informe.

Y es que, a pesar de los efectos climáticos perjudiciales, el mundo sigue subvencionando los combustibles fósiles. Por ello, los autores reclaman una acción urgente y coordinada a nivel mundial para mitigar el cambio climático y construir un futuro más saludable y sostenible para todos. En 2020, los adultos mayores de 65 años se vieron afectados por 3.100 millones de días más de exposición a olas de calor que en la media de referencia de 1986-2005. Las personas mayores chinas, indias, estadounidenses, japonesas e indonesias fueron las más afectadas.

El análisis también muestra que muchos países no están suficientemente preparados para los efectos sanitarios del cambio climático. En una encuesta de la Organización Mundial de la Salud de 2021 sobre salud y cambio climático, sólo 45 de los 91 países encuestados (49%) dicen tener un plan o estrategia nacional de salud y cambio climático. “Los sistemas sanitarios no podrán abordar de modo efectivo las crisis sanitarias actuales y futuras inducidas por el clima” señalan los investigadores, ya que sólo 45 (49%) de los 91 países analizados en el trabajo declararon haber realizado en 2021 una evaluación de la vulnerabilidad y la adaptación al cambio climático y la salud.

A medida que los gobiernos pasan de los gastos de emergencia a la recuperación a largo plazo tras la pandemia, es vital que una mayor parte de estos fondos se invierta en formas que reduzcan el cambio climático, como la promoción de puestos de trabajo en energía de carbono cero, donde la inversión está por debajo de lo necesario para mantenerse dentro de 1,5C de calentamiento.

“El cambio climático está aquí y ya estamos viendo cómo perjudica a la salud humana en todo el mundo -señala el profesor Anthony Costello, director ejecutivo del proyecto The Lancet Countdown-. “A medida que la crisis de la covid continúa, todos los países se enfrentan también a algún aspecto de la crisis climática”. “El informe también muestra que las poblaciones de 134 países han experimentado un aumento de la exposición a los incendios forestales -continúa-. Millones de agricultores y trabajadores de la construcción podrían haber perdido ingresos porque algunos días hace demasiado calor para trabajar. La sequía está más extendida que nunca”.

La apuesta de los firmantes de este informe es que se aproveche el gran esfuerzo internacional para salir de la crisis global provocada por la covid para responder al cambio climático de modo simultáneo. “Tenemos una opción: la recuperación de la pandemia puede ser una recuperación verde que nos ponga en la senda de la mejora de la salud humana y la reducción de las desigualdades, o puede ser una recuperación sin novedades que nos ponga a todos en peligro”, concluye el trabajo.