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El desafío independentista

Catalanes «híper estresados»: Cómo aprender a desconectar

La sociedad catalana vive una montaña rusa anímica. Los expertos alertan del cansancio emocional, físico y los problemas de concentración, que pueden derivar en trastornos más graves

Catalanes «híper estresados»: Cómo aprender a desconectar larazon

La sociedad catalana vive una montaña rusa anímica. Los expertos alertan del cansancio emocional, físico y los problemas de concentración, que pueden derivar en trastornos más graves.

Pese a todo, la vida sigue en Cataluña. Nacen niñas como Andrea y se despiden caballeros como Jorge. Los niños madrugan para empezar el colegio a las nueve de la mañana y una hora más tarde, a las diez, José Manuel empieza sesión de quimioterapia en el Hospital Clínic de Barcelona. La ciudad no se detiene, aunque hace semanas vive bajo un clima enrarecido. El lunes se despertaba consternada tras la difícil jornada del 1-0 y el martes excitada con la huelga convocada en toda Cataluña. Pero pasada esta montaña rusa de emociones, llegó la incertidumbre y preocupación por cuál va a ser el desenlace del desafío soberanista de Carles Puigdemont. Hasta que Banc Sabadell y CaixaBank no anunciaron que trasladaban su sede social a Alicante y Baleares respectivamente, muchos catalanes que no se habían posicionado políticamente para eludir broncas pensaban que la independencia de Cataluña era un juego con el que los soberanistas se entretenían, pero que en ningún caso iba a culminar.

«Estoy muy triste, porque tengo amigas que no se hablan y otras que han abandonado el grupo de whatsapp del colegio, tras una desagradable discusión sobre el referéndum», afirma Inma, una farmacéutica que trabaja para una empresa que fabrica material médico. Cuenta que ayer por la tarde un grupo de madres de la escuela donde van sus hijos, la misma en la que votó Artur Mas, tenían un encuentro con el director para pedir explicaciones por unos mensajes y dibujos con esteladas de alumnos que aparecieron el día después del 1-O donde reivindicaban «democracia» y «libertad». Este grupo de padres ve un cariz político en unos dibujos que, consideran, no deberían ni pintarse en un colegio. Pero lo que más le preocupa a Inma es su situación laboral y la de su marido. «Mi jefe me preguntó ayer qué tal vería que la empresa se fuera a Zaragoza, que podría estudiar la posibilidad de trabajar dos o tres días a la semana allí y el resto de días a distancia», cuenta nerviosa. La crisis económica les llevó hace ya un tiempo a ser expatriados y hace unos años regresaron de nuevo a Barcelona para formar una familia. «Yo quiero que mis hijos crezcan aquí, esta es nuestra casa», afirma. Tanto le inquieta su situación como la de su marido, ingeniero industrial. Su empresa, que hace prótesis dentales, trasladará su sede fiscal y social a Madrid la semana que viene. Por ahora, sólo implica que algunas reuniones se celebren allí. Pero los propietarios, una familia de la burguesía barcelonesa, no descartan que el traslado sea definitivo. «Mi vida puede irse al garete en un abrir y cerrar de ojos por culpa de unos políticos irresponsables», lamenta.

Junto a la tristeza, la inquietud es el sentimiento más compartido tras el traslado de algunos bancos a otras ciudades españolas, lo que ha provocado que muchos ciudadanos hayan retirado su dinero. «Decenas de millones de los bancos catalanes», afirman fuentes conocedoras. Así, si la sociedad catalana ya vive de por sí estresada
–según el último informe Cinfa, alrededor del 47,1 % de los catalanes afirman sentirse estresados la mayor parte del tiempo–, la difícil situación política puede llevar a que este porcentaje se incremente. «Como ocurre con el exceso de actividad, las preocupaciones tienden a generar estrés y ansiedad. Es cierto que tener picos de ansiedad, como cuando se realiza un examen, es normal, pero si esa emoción se prolonga durante mucho tiempo puede degenerar en tres tipos de problemas: cansancio emocional, cansancio físico y problemas de concentración, que si no son tenidos en cuenta pueden derivar en trastornos físicos y emocionales más graves», alerta el presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés, el psicólogo Antonio Cano Vidal.

Cano advierte de que, ante la grave crisis política que vive nuestro país, estamos siendo bombardeados por muchas noticias que son interpretadas emocionalmente de forma muy distinta por cada persona. Eso hace que, por ejemplo, ante el pleno en el que se baraja que Carles Puigdemont proclame la independencia, Joan no pueda contener su alegría y otros, como Sandra, corran a llenar la despensa ante la incertidumbre del qué pasará. «Voy al supermercado a por provisiones, algunos amigos me lo han recomendado por lo que pueda pasar», lamenta.

Y mientras llega el desenlace, y en las calles se vuelva a debatir de si es mejor Leo Messi o Cristiano Ronaldo, los expertos como este psicólogo recomiendan como mejor terapia «rebajar, enfriar y desconectar». «Hay que saber desconectar de la polémica, vivir las noticias e interpretarlas de manera muy emocional produce sobrecarga y sobreactivación y hace que, a su vez, las nuevas noticias se interpreten de manera más amenazante. Hay que relajarse, dar un paseo por la naturaleza ayuda, también hablar sin discutir o directamente no hablar de temas en los que discrepemos para recuperar de nuevo la comunicación». Recuperar la comunicación y también la filosofía en los colegios, para aprender a discernir entre verdad y mentira y, por desgracia, este curso, esta asignatura ha dejado de ser obligatoria en Bachillerato por decisión del Consejo Interuniversitario de Cataluña.