Acoso sexual
Cerca de 100 menores acusados de violencia de género en nueve meses
De los 98 llevados a juicio por ejercer violencia sobre sus parejas, 14 fueron absueltos
Cualquier acto de violencia ejercido sobre la mujer es reprobable. Pero cuando el autor y la víctima son menores, se disparan todas las alarmas. Y es que a pesar de las medidas existentes para frenar la violencia de género, lo cierto es que entre los menores no están funcionando, o al menos no como deberían, a tenor de los datos del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género que presentó ayer el Consejo General del Poder Judicial. En concreto, 21 adolescentes fueron juzgados durante el tercer trimestre del presente año, y sólo dos fueron absueltos. Es decir, al menos 19 menores (el 90,5% de los que se llevó a juicio) maltrataron a sus novias o ex novias, siendo, aunque parezca mentira, el mejor trimestre del año. Y es que en los primeros 90 días de 2014, 98 chicos menores fueron detenidos y llevados a juicio por maltratar a su pareja. De ellos, sólo 14 fueron absueltos de los cargos. Es decir, que 84 menores maltrataron a sus parejas o ex parejas.
Un dato que prácticamente se repite año tras año. Así, en los primeros tres trimestres de 2013 hubo 105 menores detenidos y enjuiciados por maltratar a sus novias, de los que 10 fueron absueltos. Es decir, que en 2014 hubo 11 menores condenados más que en 2013. Un dato que podría parecer positivo si no fuera porque en el mismo periodo de 2012 hubo 96 menores detenidos y 88 de ellos condenados. Es decir, cuatro condenados más que en 2014. Y es que el dato no mejora y continúa estancada, a pesar de los esfuerzos hechos.
Unas cifras que preocupan y mucho a los expertos. «Cualquier cifra sobre violencia de género en menores es una barbaridad. Estamos hablando de un perfil de varones menores de entre 14 y hasta 18 años que, a pesar de su corta edad, ejercen la violencia contra sus parejas o ex parejas», explica Ángeles Carmona, la presidenta del citado Observatorio.
Pegar una bofetada, no dejar salir a la novia con sus amigas, regañarla por cómo va vestida... Éstas son algunas de las agresiones que muchos adolescentes viven como si fuera algo normal de una pareja. Por eso, para Carmona, el problema de menores maltratadores radica en la educación: «En general, los adolescentes rechazan la violencia física, pero las conductas de control y de hostigamiento son vistas por ellos como algo normal, cuando es violencia de género; es el primer peldaño de la violencia de género que hay que frenar de forma inmediata. Esto nos preocupa. La educación es esencial, porque no puede ser que este tipo de acciones estén normalizadas y no se vean como un delito, que es lo que son». Así, si en vez de un menor, el autor fuera mayor de edad, pegar una bofetada a una mejor se penaría con entre seis meses y un año (y si es ella hacia él de tres a seis meses) y mandarle mensajes amenazantes o tratar de coaccionarla diciéndole que uno se va a suicidar si le deja, con entre tres a seis meses, según los datos facilitados por Carmona. En el caso de los menores, el autor del maltrato psíquico o físico es internado en un centro de menores, o se le manda realizar trabajos en beneficio de la sociedad, pero siempre se le trata de rehabilitar para que sepa que una relación ha de estar basada en el respeto y en la igualdad.
Pero para ello resulta clave el papel de los familiares, ya que en este tipo de casos de menores, «lo normal es que sean los padres los que denuncien. Por eso es imprescindible el apoyo de las familia, porque si en mayores de edad es difícil salir de este círculo de violencia, si la víctima es menor, todavía lo es más, porque la niña siente vergüenza y culpa y necesita el apoyo de su familia y tratamiento psicológico», asegura Carmona. Por eso además de la educación, la presidenta recomienda a los padres estar atentos ante señales de alarma como que cambie su forma de vestir, ponga excusas para no salir con sus amigos o sus amigas, cambie de actitud...
En definitiva, un panorama desolador que, de no ponerle freno, impedirá que algún año se logre que no muera ninguna mujer a manos de su pareja o ex pareja. Los datos siguen siendo alarmantes, aunque en general el número de denuncias presentadas en el tercer trimestre de 2014 (en menores y adultos) haya sido un 0,5% mayor que en el mismo periodo de 2013 o se haya incrementado el porcentaje de condenas a maltratadores, que supera el 64 % de las sentencias dictadas. Y es que el goteo de mujeres muertas por malos tratos es devastador, al igual que hayan aumentado en un 2,6% en la tasa interanual el porcentaje de renuncias a continuar el procedimiento judicial tras denunciar al agresor. Un agresor que aunque parezca mentira a veces ni tiene edad para conducir.
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