Madrid
Abre la boca, dinosaurio
La mandíbula de los dinosaurios variaba según su alimentación y era mayor en los carnívoros que en los herbívoros
Una nueva investigación de la Universidad de Bristol, en Reino Unido, ha encontrado que el estilo de alimentación y las preferencias alimentarias de los dinosaurios estaban estrechamente vinculadas a lo amplio que podía abrir sus mandíbulas. Así, la abertura de la boca en los carnívoros era mayor que en el caso de los herbívoros, informa Europa Press.
Mediante el uso de modelos digitales y análisis por ordenador, el doctor Stephan Lautenschlager, de la Escuela de Ciencias de la Tierra de Bristol, estudió la tensión muscular durante la abertura de la mandíbula de tres dinosaurios terópodos diferentes con distintos hábitos dietéticos. Los terópodos eran un grupo diverso de dinosaurios bípedos entre los que estaban los carnívoros más grandes que han pisado la Tierra.
Lautenschlager explica: «Los dinosaurios terópodos, como ‘Tyrannosaurus rex’ o ‘Allosaurus’, se representan a menudo con las fauces abiertas ampliamente, presumiblemente para enfatizar su naturaleza carnívora, Sin embargo, hasta el momento, ningún estudio se ha centrado realmente en la relación entre la musculatura de la mandíbula, el tipo de alimentación y la abertura máxima posible de la mandíbula».
La investigación analizó el ‘Tyrannosaurus rex’, un carnívoro terópodo de tamaño grande con un cráneo muy masivo y dientes largos de hasta 15 cm; ‘Allosaurus fragilis’, más ligero pero también depredador y terópodo carnívoro; y ‘Erlikosaurus andrewsi’, miembro estrechamente relacionados pero un miembro de la familia de los terópodos que se alimentaba de plantas.
«Todos los músculos, incluyendo los utilizados para el cierre y la abertura de la mandíbula, sólo pueden estirarse una cierta cantidad antes de desgarrarse. Esto limita considerablemente lo amplio que un animal puede abrir las mandíbulas y, por lo tanto, cómo y de qué se puede alimentar», detalla Lautenschlager.
Con el fin de comprender plenamente la relación entre la tensión muscular y la abertura de la mandíbula, se crearon modelos detallados por ordenador para simular la abertura y el cierre de la mandíbula, mientras se realizaban mediciones digitales de los cambios en la longitud de los músculos. Las especies de dinosaurios en el estudio también se compararon con sus parientes vivos, como cocodrilos y aves, de los que se conoce la tensión muscular y la abertura máxima de la mandíbula.
El estudio encontró que los carnívoros ‘Tyrannosaurus’ y ‘Allosaurus’ eran capaces de una amplia abertura (hasta 90 grados), mientras que el herbívoro ‘Erlikosaurus’ se limitaba a pequeñas aberturas (alrededor de 45 grados). Entre los dos carnívoros, ‘Tyrannosaurus’ podría producir una fuerza muscular sostenida (y, por lo tanto, mordedura) para una amplia gama de ángulos de la mandíbula, lo que sería necesario para atravesar la carne y la piel y triturar el hueso.
«Sabemos por los animales vivos que los carnívoros que suelen ser capaces de una abertura de mandíbula más grande que los herbívoros que viven y es interesante ver que esto también parece que era así en los dinosaurios terópodos», apunta este investigador del estudio, cuyos resultados se publican en ‘Royal Society Open Science’.
Europa Press
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