Estados Unidos

Directora de Harper’s Bazaar: «La revista sigue siendo un objeto deseable»

Eugenia de la Torriente
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Considerada una de las mayores expertas en moda en España, Eugenia de la Torriente afronta su nueva etapa como directora de la edición española de Harper’s Bazaar con ilusión y responsabilidad y convencida de que “sin duda” aún hay sitio para las revistas de papel porque “siguen siendo un objeto deseable”.

Su ambición, según reconoce en una en entrevista con EFE, pasa por convertir la cabecera -que se edita en España desde 2009- en una referencia en la información de moda en español, un mercado con un “buen” estado de salud teniendo en cuenta la cantidad de títulos que se publican.

Ferviente defensora de que la moda es un termómetro de su tiempo y de que se puede informar sobre ella de una forma “analítica y reflexiva”, De La Torriente sostiene que el periodismo de moda “puede y debe” desarrollarse con el mismo grado de exigencia y rigor que cualquier otro periodismo cultural.

PREGUNTA: ¿Cómo afronta el reto de dirigir la edición española de Harper’s Bazaar?

RESPUESTA: Llevo siete semanas muy emocionantes. Es una mezcla de ilusión, energía y mucha responsabilidad.

P: Nueva directora, nueva editora (Hearst Magazines) ¿En la publicación en qué se van a traducir estos cambios de cara al público?

R: La revista Harper’s Bazaar cuenta con 31 ediciones en todo el mundo. La española ha sido desde su lanzamiento en 2009, ahora hace cinco años, una de las ediciones más apreciadas internacionalmente. Después de Estados Unidos y Gran Bretaña es la que más contenidos ha proporcionado a la red global y eso da una idea de su relevancia y buen hacer. Nuestro reto ahora es conseguir que el público español conozca más una cabecera tan icónica, legendaria e histórica como esta.

Estamos hablando de la revista de moda más antigua publicada ininterrumpidamente en Estados Unidos (desde 1867). Este es un lugar de encuentro de la moda más creativa y osada con la cultura y un título que ha contado con Salvador Dalí, Richard Avedon, Henri Cartier-Bresson o Man Ray como colaboradores habituales. Una cabecera en la que el director de arte Alexey Brodovitch, entre 1934 y 1958, estableció la base del diseño de las revistas contemporáneas. Lo que queremos es trasladar esa herencia y ese legado a la realidad del lector de hoy.

El número de marzo, que sale a la venta el 19 de febrero, es el primero que editará Hearst Magazines. Vamos a contar con una tirada de 200.000 ejemplares para conseguir que el producto llegue a una audiencia mayor que pueda enamorarse de él al tenerlo en sus manos. También estrenaremos una página web completamente renovada a mediados de febrero con ambición de convertirse en una referencia en la información de moda en español.

P: Redactora jefe en El País Semanal y El País Estilo, además de editora de moda del diario El País. Está considerada una de las mayores expertas en moda en España. ¿Se plantea en un futuro seguir desarrollando su carrera fuera de España?

R: Estoy feliz de iniciar esta nueva etapa y ahora mismo solo pienso en desarrollar Harper’s Bazaar España.

P: ¿Cómo ha afrontado Harper’s Bazaar la crisis que atraviesa el sector?

R: Todas las cabeceras se han visto afectadas. Pero la estrategia de Harper’s Bazaar ha sido crear una plataforma internacional gracias a la colaboración, diálogo y coordinación de sus ediciones. Por ejemplo, Carine Roitfeld es la directora de moda global y produce reportajes de moda que se publican al mismo tiempo en los 54 países que cubre Harper’s Bazaar en todo el mundo. Esta clase de iniciativas fortalecen a cada una de las ediciones nacionales y permiten afrontar las crisis con un mayor respaldo y solidez.

P: ¿Cuál es el estado de salud de las revistas en España?

R: Se diría que bueno a juzgar por la cantidad de títulos que tenemos.

P: ¿Aún hay sitio para las revistas de papel?

R: Sin duda. La revista sigue siendo un objeto deseable y con una narrativa compacta. Aunque ya no solo se trata de las revistas en papel, sino de una misma cabeza con varios cuerpos. Harper’s Bazaar España se construye como un producto de papel y digital con la misma ambición en los dos soportes.

P: ¿Qué opina de quien considera que las revistas femeninas venden una imagen superflua de la mujer?

R: Creo que es una generalización bastante pobre. Carmel Snow fue la directora de Harper’s Bazaar en Estados Unidos desde 1934 a 1958 y era la mujer más poderosa de la moda de su tiempo. Solía decir que “Harper’s Bazaar es para la mujer bien vestida con la cabeza bien amueblada” (funciona mejor en el original en inglés: “the well-dressed woman with the well-dressed mind”). Y esta revista ha publicado, entre muchos otros, a escritores y artistas como Marcel Proust, Truman Capote, Salman Rushdie, Eudora Welty, Andy Warhol o Takashi Murakami.

P: ¿Qué respondería a quienes afirman que el periodismo de moda es frívolo y banal?

R: Me parece un debate superado. El periodismo de moda puede y debe desarrollarse con el mismo grado de exigencia y rigor que cualquier otro periodismo cultural. La moda es un termómetro de su tiempo y ha quedado demostrado que se puede informar sobre ella de una forma analítica, reflexiva y contextualizada.

P: ¿Existe dificultad para mantener la objetividad en el periodismo de moda?

R: Sí, por supuesto. Existe dificultad para mantener la objetividad en cualquier clase de periodismo. En el de moda, en el de economía, en el de política, en el de deportes...

P: ¿Dónde está la frontera entre publicitar e informar porque parece que algunas revistas de moda solo escriben sobre sus anunciantes? ¿Hay presiones?

R: Lo importante es no olvidar que el protagonista es siempre el lector. Los anunciantes son los primeros interesados en que la revista se lea, aunque solo sea para que sus anuncios lleguen a él.

P: Con la excepción de las revistas femeninas, a la mujer le cuesta alcanzar puestos de dirección en el sector ¿A qué cree que se debe?

R: Esa es una conversación compleja. En muchos aspectos las mujeres hemos alcanzado un espejismo de igualdad. Pero es solo eso, un espejismo. No se cumple en facetas como los puestos de dirección de muchas grandes empresas (de periodismo o de cualquier otro ámbito), en la equiparación de sueldos o en el reparto de las responsabilidades familiares. Eso nos recuerda que queda mucho trabajo por hacer.

P: ¿Alguna vez en el trabajo se ha sentido discriminada por ser mujer?

R: Nunca. He tenido la suerte de desarrollar toda mi carrera en el diario El País donde he contado con extraordinarias oportunidades de crecimiento y nunca he sentido que se me dejara de considerar para ningún puesto o tarea por el hecho de ser mujer.