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El ritmo del Bronx de los años 70

Desde el viernes, los usuarios de Netflix tienen a su disposición la primera temporada de «The Get Down», una ficción dirigida por Baz Luhrmann, director de la película «Moulin Rouge»

«The Get Down» hace un repaso por los diferentes géneros musicales que surgieron en el Nueva York de los años 70
«The Get Down» hace un repaso por los diferentes géneros musicales que surgieron en el Nueva York de los años 70larazon

Desde el viernes, los usuarios de Netflix tienen a su disposición la primera temporada de «The Get Down», una ficción dirigida por Baz Luhrmann, director de la película «Moulin Rouge»

Barrio del Bronx, verano de 1977. La zona más problemática de Nueva York afronta los últimos años de una década en la que se atraviesa una auténtica plaga de incendios provocados. Esto se debe a que los propietarios de los edificios en los que viven las comunidades más pobres queman dichas viviendas, ya que cobrar el seguro era más lucrativo que la propia edificación. A lo largo de varios kilómetros, el humo deja entrever solares repletos de ladrillos y muros que han resistido al fuego y se han convertido en los lienzos de los grafiteros más reconocidos de la ciudad. Esos que los más jóvenes del barrio buscan mientras faltan a clase.

- Mylene y los sueños

Entre ellos se encuentra Ezekiel, un joven que plasma su gran talento verbal en sus tareas escolares, pero es incapaz de leerlas frente a sus compañeros cuando su profesora alaba sus capacidades. Ezekiel vive en casa de su tía, con el novio de ésta, una pareja que le acogió cuando sus padres fallecieron. Junto a él, siempre se puede ver a sus amigos Ra-Ra, Boo-Boo y Dizzie, tres jóvenes con los que comparte su amor por la música y por los grafitis así como sus preocupaciones y sus intereses amorosos. Es decir, Mylene.

Mylene es una joven de ascendencia latina que vive junto a sus padres en el Bronx. A pesar de su carácter alegre y extrovertido, vive sometida a los deseos y las órdenes de su padre, el pastor Ramón Cruz. Una figura que lidera la iglesia Pentecostal de la zona, y se caracteriza por la severidad con la que vive su fe, tanto en su vida profesional como personal.

Sin embargo, los sueños que Mylene alberga de ser una cantante disco no están dispuestos a someterse a un hombre que teme perder a la niña de sus ojos. Para llevarlos a cabo, deberá arriesgarse y desplegar todos sus encantos en un lugar que, hasta ese momento, parecía inalcanzable, el Inferno. Lo que allí le espera no se parece en nada a aquello con lo que había soñado. Entre los responsables de que esto suceda, se encuentra Ezekiel, el joven con el que ha compartido los últimos años de su vida. Sin embargo, donde él encuentra a la mujer de sus sueños, que le pone nervioso, pero le da paz, ella sólo ve un amigo con el que divertirse y al que apoyar. Una discrepancia que marcará la historia de «The Get Down», la serie de Netflix que desde el viernes pueden disfrutar los socios de la plataforma de «streaming». Una creación que llega con su propia leyenda, gracias a su factura final y sus problemas de producción. Y con tan sólo seis episodios, la primera mitad de su temporada de estreno.

- Luhrmann y los demás

A pesar de la escasez, la producción no tarda en trasladar a los espectadores al Nueva York menos elitista de finales de los años 70, de la mano de un grupo de jóvenes para los que la música disco, el R&B y el hip-hop fueron algo más que simples aficiones.

Baz Luhrmann, director de películas como «Moulin Rouge», o «El Gran Gatsby», es el responsable, junto a Stephen Adly Guirgis, de la producción más cara de Netflix, con un presupuesto de 120 millones de dólares. Una decena de millones por capítulo, algo que queda patente en los noventa minutos con los que arranca la producción. Bajo el título de «Donde hay ritmo hay esperanza para un tesoro», el único de los doce episodios que Luhrmann dirige es un ejercicio en el que el australiano utiliza algunas armas ya conocidas para componer una creación en la que no falta de nada, pero que se diferencia claramente del resto de la producción.

Cuando nos alejamos del ritmo y el efectismo, que acompaña de cambios de filtro e imágenes de archivo para añadir cierto toque histórico, nos encontramos una producción que quiere hablar de muchas formas de todo aquello que envolvía el momento que describe.

La situación de los afroamericanos y los latinos, su falta de oportunidades, la música que escuchaban, el tráfico de drogas en los barrios más deprimidos, la política a nivel local o la industria musical son algunos de los temas que añaden interés a la historia, pero no consiguen completarla. Lejos de eso, la difuminan, provocando en el espectador algunos momentos de desinterés. No por lo que cuenta o por cómo lo hace, sino por lo que aporta a la creación final.

Esto sucede especialmente en la trama del personaje llamado Cadillac, un gánster del barrio que se caracteriza por sus cualidades para el baile y la seducción, y que regenta el Inferno.

- Tercero en discordia

A pesar de que es su historia la encargada de aportar parte de la acción, y de que es un personaje que puede despertar cierto interés, sus secuencias sólo sirven para alejar al espectador de la historia de Ezekiel. Algo que también sucede, en menor medida, con la trama de Francisco Cruz, un político del sur del Bronx, tío de Mylene, que sirve para mostrar los niveles de corrupción en los que se movían los regidores locales.

Tan importante como Mylene y Ezekiel es Shaolin Fantastic, un joven que se ha criado en las calles y que, gracias a su talento y su carácter impredecible, se ha ganado el respeto de todos. A pesar de que es conocido por todo Nueva York gracias a sus grafitis, Shaolin quiere dar un cambio a su vida, y dedicar todo su talento a la música, para convertirse en un gran «disc-jockey». Para lograrlo deberá dejar de trabajar para Fat Annie, la propietaria del Inferno y madre de Cadillac. La mujer para la que trafica y a la que abandonará para alcanzar sus sueños musicales junto a Ezekiel. Una alianza que nace con un robo pero que luchará por mantenerse intacta a pesar de los baches que les depara el destino.

El joven Justice Smith, nacido en 1995, es el protagonista de «The Get Down», interpretando al sensible y talentoso Ezekiel. Herizen Guardiola da vida, en el segundo papel de su carrera, a Mylene, mientras que el elegido para interpretar al carismático Shaolin ha sido el rapero y cantante Shameik Moore. El reparto de la producción, que regresará con la segunda mitad de la primera temporada en 2017, no cuenta únicamente con intérpretes noveles, ya que en él encontraremos caras conocidas de la televisión. Algunas de éstas son Giancarlo Expósito, conocido por su papel de Gus Fring en «Breaking Bad», o el veterano Jimmy Smiths, al que hemos podido ver en series como «El Ala Oeste de la Casa Blanca» o «La Ley de Los Ángeles».