Tabaquismo

La apuesta por el tabaco sin combustión

Las tabacaleras buscan ahora un producto que, aunque mantenga la nicotina en su composición, cuente con menos partículas perjudiciales para la salud

La apuesta por el tabaco sin combustión
La apuesta por el tabaco sin combustiónlarazon

Las tabacaleras buscan ahora un producto que, aunque mantenga la nicotina en su composición, cuente con menos partículas perjudiciales para la salud.

Sanidad desaconsejó esta semana el uso de los cigarrillos electrónicos y de productos de tabaco sin combustión por su riesgo para la salud. Y es que considera que «los productos de tabaco por calentamiento generan un aerosol que contiene nicotina en proporción igual o superior a los cigarrillos con combustión, produciendo los efectos fisiológicos y adictivos de la nicotina, equivalentes al tabaco por combustión». No obstante, lo que están buscando las tabacaleras es un producto que, aunque mantenga la nicotina en su composición, sea menos nocivo. Es decir, que cuente con menos partículas perjudiciales para la salud. Al encender el cigarrillo, según afirman los estudios, el tabaco y todos su componentes alcanzan los 800 grados, mientras que aparatos como el IQOS que ha diseñado Philip Morris, no permite que supere los 350 grados. Los estudios de esta compañía afirman que la combustión es la principal responsable de la aparición de enfermedades como el cáncer o el EPOC. Sostienen que el aerosol que emana de este nuevo cigarrillo es menos tóxico. Y esa es la clave de su investigación: buscar productos de menor riesgo.

Al trabajo de estas grandes empresas también se suma el posicionamiento del movimiento del cigarrillo electrónico. La Organización de Médicos en Apoyo del Vapeo y de los Cigarrillos Electrónicos (MOVE, por sus siglas en inglés) lamentó en un comunicado el «alarmismo infundado» de la Comisión de Salud Pública. La coordinadora de este movimiento, Carmen Escrig, afirmó que «se trata de una postura inmovilista, especialmente teniendo en cuenta que las asociaciones médicas españolas recuerdan anualmente que el 70% de las personas que usan chicles o parches de nicotina fracasan a la hora de dejar de fumar». Desde la organización consideran que esta decisión «da la espalda tanto a la ciencia como a los fumadores que no han dejado de fumar pese a intentarlo por otros medios» y critican que no se abra la puerta a las políticas de reducción de riesgos derivados del tabaquismo, «que han demostrado tener éxito y ayudar a miles de fumadores a sustituir el tabaco por alternativas menos nocivas». La FDA (Agencia del Medicamento de EE UU) el pasado año propuso un plan para reducir el contenido de nicotina de sus cigarrilos y adaptar su ley a los nuevos productos de riesgo reducido.