Arquitectura
Un sensor buscará los hongos que arruinan la madera
La madera es uno de los materiales para la construcción tradicionalmente más utilizados. Muchos de nuestros bienes históricos y patrimoniales cuentan con estructuras, mobiliario u otros elementos de madera cuya preservación es muy importante. Con el objetivo de contribuir a esta conservación preventiva, investigadores del Instituto Tecnológico del Mueble, Madera, Embalaje y Afines (AIDIMA) de Valencia han desarrollado un sistema basado en sensores que alerta de los diferentes agentes que pueden degradar la madera. El sistema ha centrado una de las ponencias del I Simposio SHBuildings sobre Patrimonio Inteligente, que se celebra estos días en Aguilar de Campoo (Palencia).
Como explica a DiCYT Rosa Pérez, directora del departamento de Materiales y Medio Ambiente de AIDIMA, "la madera, a diferencia de otros materiales, es muy sensible a la presencia de agentes bióticos como los xilófagos que se alimentan de madera o de celulosa". Estos insectos, como termitas o carcomas, disminuyen la resistencia mecánica de las estructuras y pueden producir su derrumbamiento. Por otro lado, la madera puede ser atacada por hongos de pudrición sobre todo cuando está expuesta a condiciones de humedad adversas.
"Para no dar una respuesta reactiva sino actuar antes de que se produzcan los daños, hemos desarrollado este sistema", apunta la experta. Con ello se evita la aplicación de tratamientos químicos o las obras de rehabilitación para sustituir la madera degradada, lo que se traduce en ahorro de costes.
El dispositivo, denominado Cadix, ha sido patentado y consiste en una red de sensores inalámbricos en forma de microchips ordenados en una placa lógica insertada en un cilindro de madera. La red está soportada por un software de gestión interconectado con una central de alarmas donde se monitoriza todo el proceso y se recogen los valores que determinan el estado de humedad de la madera, y por tanto la posible presencia de hongos, así como la aparición de insectos xilófagos.
"A diferencia de otros sistemas similares que ya están funcionando, el que hemos desarrollado tiene la virtud de que permite hacer un seguimiento a distancia y en tiempo real, actuando como una especie de "central de alarmas"ante la aparición de problemas", precisa la investigadora. Por otro lado, se trata del primer dispositivo capaz de detectar todo tipo de agentes xilófagos dentro de la madera y de una forma mínimamente invasiva, lo que tiene especial relevancia para su aplicación en estructuras delicadas como las de los edificios históricos.
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