Moscú

Moscú impide que 33 niños rusos sean adoptados por padres estadounidenses

Las autoridades rusas anunciaron hoy que impedirán que 33 niños de orfanatos de San Petersburgo, 12 de ellos inválidos, sean adoptados por padres estadounidenses a los que ya habían conocido personalmente.

Las autoridades rusas anunciaron hoy que impedirán que 33 niños de orfanatos de San Petersburgo, 12 de ellos inválidos, sean adoptados por padres estadounidenses a los que ya habían conocido personalmente.

La oficina de prensa de la Defensora del Menor de la antigua capital zarista explicó que el Ministerio de Educación le ha informado de que los niños deberán permanecer en Rusia, según informa la agencia Interfax.

El viceministro de Educación, Ígor Remorenko, aludió a la ley promulgada a principios de año por el presidente ruso, Vladímir Putin, que impide las adopciones de menores rusos por familias estadounidenses.

Las autoridades se proponen informar a los padres estadounidenses que ya han dejado de ser candidatos a la adopción de niños rusos, que ahora podrán ser acogidos por familias de este país.

El Gobierno de San Petersburgo se había dirigido al ministerio ante la imposibilidad de determinar si los niños debían ser enviados a EEUU, ya que conocieron a sus futuros padres antes de la entrada en vigor de la citada ley.

En enero pasado, el Tribunal Supremo de Rusia ordenó la entrega a familias de Estados Unidos de aquellos niños rusos cuya adopción haya sido aprobada por un juez antes del 1 de enero.

Rusia adoptó la ley debido a la muerte de 20 niños rusos adoptados en EEUU, país que ha acogido a unos 60.000 menores desde la caída de la URSS en 1991, y a la supuesta falta de colaboración de Washington en la investigación de esos casos.

La adopción fue vista como respuesta a una controvertida ley estadounidense aprobada a comienzos de año que impone sanciones, como negación de visados y congelación de activos, a funcionarios rusos presuntamente implicados en la muerte en prisión preventiva en 2009 del abogado ruso Serguéi Magnitski, que investigaba un sonado caso de corrupción.

El último niño ruso en morir en EEUU fue Maxim Shatto (Kuzmín), que falleció misteriosamente en enero pasado en el jardín de su casa en Texas, muerte de la que han sido exculpados los padres adoptivos, lo que ha indignado a Moscú.

Rusia se propone reducir con el paso de los años el número de niños que son entregados a padres extranjeros, en favor de familias rusas, aunque en este país no hay tradición de adopción infantil.

A partir de ahora, según informó a Efe el Defensor del Menor ante el Kremlin, Pável Astájov, los únicos países que podrán adoptar niños rusos son aquellos que hayan firmado acuerdos bilaterales con Rusia.

El número de niños huérfanos registrados oficialmente en Rusia ascendió el pasado año a 118.000, cuando en 2011 eran 74.400, según informó la viceprimera ministra rusa, Olga Golodets.

Además, cifró en 44.000 a los llamados huérfanos sociales, es decir, aquellos niños que tienen padres vivos que han renunciado a sus derechos como progenitores o fueron privados de ellos.

Según cifras oficiales, unos 6.500 niños rusos fueron adoptados el año pasado, 2.600 de ellos por familias extranjeras.