La Paz
Teresa Romero está «muy bien», asegura su hermano
La auxiliar de enfermería, Teresa Romero, está "feliz y contenta"después de que este sábado le hayan retirado el aislamiento al que estaba sometida desde el pasado 6 de octubre, cuando fue ingresada tras dar positivo de contagio por ébola.
José Ramón Romero, el hermano de la auxiliar de enfermería Teresa Romero que se contagió de ébola, ha afirmado hoy que "está perfecta"y "muy bien"tras su traslado el sábado a planta, después de permanecer casi un mes en aislamiento, y ha dicho que ahora le "toca recuperarse".
En declaraciones a los medios en la puerta del Hospital Carlos III, no ha confirmado la fecha en la que Teresa Romero podría recibir el alta definitivo y ha reiterado que se encuentra "muy bien"después de que ayer los médicos decidieran trasladarla a planta al constatar en los últimos análisis que en sus fluidos corporales no quedan signos de ébola.
El hermano de la auxiliar de enfermería ha indicado que los médicos no han precisado cuándo podrá salir del hospital y ha añadido que tampoco han comentado a la familia si el pulmón que resultó afectado como consecuencia de la enfermedad está totalmente curado.
Ha comentado que "ha comido menos"que ayer y que su madre, que se encuentra en Becerreá (Lugo) le telefonea constantemente, aunque ha indicado que no sabe si vendrá a verla
Preguntado por si Teresa quiere salir ya del hospital, ha respondido que "como loca"y ha añadido que añora ir a su pueblo natal, Becerreá, para allí "recuperarse".
Ha explicado que, desde ayer, Teresa ha recibido principalmente la visita de su marido, Javier Limón, y de amigos y compañeros de trabajo.
La auxiliar de enfermería continuará ingresada en una habitación convencional de la planta quinta del hospital, donde seguirá en observación rutinaria, según informó ayer el equipo médico que la atiende en el centro sanitario.
Los resultados de las pruebas confirmaron que ya no hay presencia del virus en sus fluidos corporales lo que ha permitido poner fin al aislamiento en que se encontraba desde el pasado 6 de octubre, cuando ingresó en el hospital enferma de ébola.
El equipo médico del hospital Carlos III ha hecho hincapié en que esta victoria contra el ébola se ha logrado gracias a la fuerza de Romero y, cómo no, al esfuerzo de todos los profesionales del centro sanitario.
Primera contagiada fuera de África
Romero, la primera contagiada fuera de África por ébola y que superó la enfermedad oficialmente el pasado 21 de octubre tras dar negativo en varias pruebas, se infectó cuando atendió a finales de septiembre a una de las dos víctimas mortales del virus en España, el misionero Manuel García Viejo.
El 26 de septiembre, un día después de la muerte del misionero, Romero, de 44 años y casada y sin hijos, salió de vacaciones y continuó haciendo vida normal, hasta que poco después empezó a tener fiebre y sensación de debilidad con lo que acudió a su médico de cabecera.
Como los síntomas no remitían, acudió a urgencias días después y, tras dar positivo en las pruebas del ébola, fue trasladada al hospital Carlos III de Madrid, donde desde el mismo día de su ingreso, fue tratada con plasma de la religiosa Paciencia Melgar, superviviente de la enfermedad, aunque posteriormente también se le suministró el suero Zmapp.
A consecuencia de su contagio, la quincena de personas que había tenido trato con ella desde que empezó a incubar la enfermedad tuvo que ser puesta en cuarentena en el mismo hospital madrileño en el que ella sigue ingresada.
Entre esas personas estaba su marido así como personal médico que la atendió antes de su aislamiento, pero todas fueron dejando el hospital a medida que se superaban los 21 días de cuarentena sin registrar síntomas de padecer la enfermedad.
El pasado lunes abandonó el hospital su marido, Javier Limón, quien agradeció al personal sanitario la atención ofrecida a su esposa y afirmó que "la sanidad española es una de las mejores del mundo"gracias a sus trabajadores.
A su salida del hospital, Limón anunció también que Teresa Romero emprendería acciones legales contra el consejero de Sanidad madrileño, Javier Rodríguez, quien acusó a la auxiliar de haber ocultado información sobre su estado de salud, unas afirmaciones por las que pidió disculpas.
A partir de ahora, las únicas personas a las que se someterá a seguimiento son los profesionales sanitarios que han atendido a la auxiliar de enfermería, que estarán en observación durante 21 días desde hoy, cuando se ha determinado que no hay restos del virus en sus fluidos y que desaparece cualquier riesgo de contagio.
Los sanitarios se tomarán la temperatura dos veces al día y serán contactados por el equipo de prevención de riesgos del hospital.
Como establecen los criterios de la Organización Mundial de la Salud, España quedará oficialmente libre del virus 42 días después del último caso, es decir, dos veces el periodo de incubación.
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