Telefonía
Samsung ganó un 11% más pese a sus móviles «explosivos»
La empresa ha retirado el 96% de los dispositivos afectados por el problema con la batería
Samsung Electronics obtuvo en 2016 un beneficio operativo de 29,2 billones de wones (23.358 millones de euros/25.137 millones de dólares), un 10,7 por ciento más que el año anterior, pese a las pérdidas de su división de telefonía tras el fiasco del Galaxy Note, según informa Efe.
En el cuarto trimestre su ganancia operativa fue de 9,2 billones de wones (7.350 millones de euros/7.910 millones de dólares), lo que supone un 50,11 por ciento más que lo registrado en el periodo octubre-diciembre de 2015 gracias a las ganancias derivadas de su rama de semiconductores.
Esta cifra es, además, un 77,34 por ciento superior a la del trimestre julio-septiembre, en la que el beneficio operativo de Samsung se resintió por los casos de incendio de sus teléfonos Galaxy Note y su posterior retirada.
Este suceso causó a la empresa una pérdida operativa de 6,1 billones de wones (4.876 millones de euros/5.247 millones de dólares).
El gigante tecnológico surcoreano logró además en todo 2016 un beneficio neto de 22,73 billones de wones (18.180 millones de euros/19.556 millones de dólares), lo que supone un 11,3 por ciento más que en 2015.
Tan solo en el trimestre octubre-diciembre su ganancia neta fue de 7,09 billones de wones (5.669 millones de euros/6.098 millones de dólares), un 13,3 por ciento interanual más y un 56,16 por ciento mas que en los tres meses precedentes.
«Los resultados del cuarto trimestre vinieron impulsados por el negocio de componentes, principalmente los segmentos de unidades de memoria y pantallas», detalló la empresa en un comunicado, en el que destacó el efecto favorable del fortalecimiento del dólar frente al won surcoreano, algo que multiplica su competitividad y beneficios.
Aunque la facturación de la compañía el cuarto trimestre del año pasado fue de 53,3 billones de wones (42.586 millones de euros/45.793 millones de dólares), apenas un 0,03 por ciento interanual más, Samsung anunció hoy también una recompra de acciones por valor de unos 9 billones de wones (7.191 millones de euros/7.736 millones de dólares).
Todas estas señales de solidez financiera contentaron a los inversores, y una hora después de iniciada la sesión en la Bolsa de Seúl los títulos de la empresa con sede en Suwon (al sur de Seúl) se apreciaban un 0,37 por ciento.
Los datos publicados hoy suponen un respiro para la empresa tras el fiasco del Galaxy Note y la implicación de la compañía en el escándalo de corrupción de la «Rasputina» que ha sacudido Corea del Sur.
Esto último llevó a la fiscalía a pedir la semana pasada una orden para detener al número uno del grupo Samsung y vicepresidente de Samsung Electronics, Lee Jae-yong, que finalmente no se materializó al ser desestimada por un tribunal, evitando el que habría sido un durísimo golpe para el conglomerado.
Un 4% de los Galaxy Note no se sustituyó
Respecto al incidente con las baterías del Galaxy Note 7, Samsung quiere poner «punto y final» a este episodio, que afectó a 330 de un total de 3,6 millones de unidades vendidas o, lo que es lo mismo, a un móvil de cada 11.000 (el 0,01 por ciento). Un porcentaje muy pequeño para un gran quebradero de cabeza, que la compañía surcoreana ha tratado de solventar con «responsabilidad» y «la máxima transparencia».
«Siempre hemos pensado en primer lugar en el cliente. Para cualquier otra organización este incidente --en referencia a la crisis del Note 7-- habría puesto en peligro el futuro, pero Samsung es una compañía sólida», ha explicado Celestino García, vicepresidente corporativo de Samsung Electronics España, en un encuentro con la prensa celebrado horas después de que en Seúl se revelase la causa de que algunos terminales se calentasen hasta llegar a incendiarse, informa Europa Press.
Samsung ha logrado retirar el 96 por ciento de los dispositivos que se llegaron a distribuir a nivel mundial. En cuanto al 4 por ciento restante, la compañía asegura que «los riesgos se han reducido al mínimo», ya que en el caso de se utilicen se haría bajo un nuevo sofware desarrollado especialmente para evitar problemas de recalentamiento.
En España solo llegó a distribuirse este modelo en fase de preventa. «Solo cientos de unidades» se vendieron en España, ha indicado Celestino García, que recuerda que la comercialización a gran escala solo tuvo lugar en cinco países, entre los que destacan Corea, China y Estados Unidos, donde se habrían registrado las principales incidencias.
Por ello, aunque Celestino reconoce que la crisis «también ha tenido impacto en España», las cifras que se aportan son a nivel mundial, registrando pérdidas de hasta 7.500 millones de dólares --3.000 de ellos derivados de los programas de recogida y sustitución del Note 7 y 4.500 de la ‘no venta’ de terminales entre finales de 2016 y el primer trimestre de 2017--.
En este encuentro informal con la prensa, los portavoces de Samsung en España han querido insistir en que la compañía ha abierto las puertas de su casa a tres institutos independientes, asegurándose de que la investigación se desarrollase con «total transparencia». Asimismo, han recordado que se va a compartir toda la información con otras compañías que fabrican baterías de litio para mejorar la calidad y seguridad de cara al futuro.
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