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«Insiders 2»: El gran teatro de marionetas levanta el telón

La plataforma acaba de estrenar la segunda temporada del reality presentado por Najwa Nimri, con nuevas dinámicas

Najwa Nimri presenta "Insiders"
Najwa Nimri presenta "Insiders"La RazónNetflix

Parece que fue ayer cuando desde Netflix observábamos como 13 personas hacían lo posible por alcanzar la fama dejándose llevar por el llamamiento de la plataforma para participar en la fase final de un casting para el primer reality del gigante del streaming. El gancho de «Insiders» no solo era la participación de la siempre inflexible Nawja Nimri a modo de gran hermano, si no que prometía responder a la pregunta de si nos comportamos igual cuando sabemos que nos están grabando. Tras una primera temporada con algunos aspectos que pulir, acaba de estrenarse la segunda entrega del programa con otros 12 incautos que demostrarán lo dispuestos que están a hacer cualquier cosa para llevarse 100.000 euros.

Netflix, que ya avisó durante la presentación del formato en el Festival de Vitoria de Televisión (FesTVal) que tenía preparada esta segunda temporada para evitar que algún competidor copiara la idea, ha recuperado el estreno por partes, con tres capítulos ya disponibles y cuatro más preparados para lanzarse el próximo 26 de mayo. Estiran así las posibilidades de que el espectador se enganche a la historia, ya que el atracón le resta la posibilidad de crear tensión, misterio y fenómeno fan. La base es la misma, 12 perfiles bien diferenciados se encuentran en unas instalaciones de 1.600 metros cuadrados con todo tipo de comodidades, y durante los días que dura el encierro, los concursantes son «desnudados» por más de 250 micrófonos ocultos y 70 cámaras escondidas, 23 de ellas de calidad cinematográfica. Tomando la primera temporada como punto de partida, el programa decidió añadirle elementos que seguramente tengan más que ver con la edición que con el afán de mejorar. En esta segunda entrega, la plataforma e Izen, que produce el formato, han decidido echar toda la carne en el asador desde el principio, con una apuesta más seria por generar el conflicto dentro de la «casa» y empezar a torturarles antes.

El perfil del concursante se parece mucho al anterior, incluso en dos casos es idéntico, con chicos y chicas jóvenes, entre los 25 y los 35 años, que pretenden ir a por todas como demuestran las entrevistas en las que les convencen de que nada se graba hasta que acaban los días de casting: «criaturitas» que diría Najwa. Al comienzo todo es amor y convivencia y se forman los grupitos que mucho más tarde provocarán las incomodidades hasta que vivir juntos sea insoportable. Entre las sorpresas nuevas dinámicas, que incluye poner a prueba su moral desde el primer día, lo que aumenta peligrosamente la tensión entre todos ellos. También tiene gracia que les convencen de que tienen vecinos, y es cierto que por una puerta salen los concursantes y la ganadora de la primera edición, y por la otra entran los de la segunda temporada.

Una nueva sala para ejercitar la personalidad, sembrar dudas entre ellos y alguna maldad por parte de la diabólica pareja de jurado son aliciente suficiente para mantenerte en vilo durante el tiempo que dura cada capítulo, hasta que tu dedo se queda inerte y deja que se marque por completo la casilla de «siguiente capítulo». Sorprende, como casi siempre, que hay personas reales detrás, las personalidades abiertamente oportunistas que se presentan a estos programas. Dos llaman mucho la atención, la que ha dejado todo por ser famoso sin medias tintas y cueste lo que cueste y caiga quien caiga, y aquel que se obsesiona con pensar que ni siente ni padece, precisamente cuando visto en perspectiva todo es un gran teatro de marionetas de hilos muy finos.

Acierto de Netflix al haber solapado las dos entregas, el uso de la sorpresa, la entrega por capítulos y la premisa de que no hay reglas cuando estás intentando reinventar un formato agotado por largas escenas de comidas e insultos. Peca eso sí en esta edición, de las atracciones sexuales en streaming y de periodos demasiado largos de confabulación y psicología.