Feria de Bilbao

La guerra de los botones

Histórica tarde de Javier Castaño, que corta tres orejas de los Miura en la primera parte del Desafío Ganadero de Castellón. Castellón. Sexta de la Feria de la Magdalena. Se lidiaron toros de Victorino Martín, Miura (2º y 5º) y Cuadri (3º y 6º), desiguales pero en conjunto de más presencia que juego. El 5º fue el mejor. Más de media entrada.. - Diego Urdiales, de grosella y oro, tres pinchazos, dos descabellos, aviso (ovación); pinchazo, corta, descabello (vuelta al ruedo tras aviso).. - Javier Castaño, de azul rey y oro, estocada entera (oreja); entera (dos orejas).. - Eduardo Gallo, de azul pavo y oro, tres pinchazos, tres descabellos (silencio); tres pinchazos, media, aviso, tres descabellos (silencio).. David Adalid, Marco Galán y Francisco Sánchez saludaron tras sus dos tercios de banderillas.

Castaño, a hombros en Castellón
Castaño, a hombros en Castellónlarazon

La Magdalena enfiló su recta final con la primera parte del llamado Desafío Ganadero entre estas tres potencias ganaderas como son Victorino, Miura y Cuadri. Más que desafio su enfrentamiento recordó más a las escaramuzas infantiles que libraban, a pedradas y con las prendas del rival como botín, los protagonistas de la película de Jean Vigo, «La guerra de los botones»

La Magdalena enfiló su recta final con la primera parte del llamado Desafío Ganadero entre estas tres potencias ganaderas como son Victorino, Miura y Cuadri. Más que desafio su enfrentamiento recordó más a las escaramuzas infantiles que libraban, a pedradas y con las prendas del rival como botín, los protagonistas de la película de Jean Vigo, «La guerra de los botones». Los seis toros que ayer saltaron al ruedo lucieron gran presencia, varios ovacionados al hacerse presentes en la arena, pero su falta de fuerza, alarmante y tremenda, echó por tierra las ilusiones de todos. Sólo el quinto tuvo motor para desarrollar su nobleza y acometividad. Se arrancó a la muleta de Castaño con presteza y desde lejos, humillando y embistiendo con bastante claridad. Su matador le entendió muy bien y, a media altura, sacó varias tandas muy templadas por el pitón derecho, por el que discurrió una faena recompensada con dos orejas pese a que el estoque cayó bajo. Otra oreja paseó del segundo, otro miureño alto y estirado como un tren, al que se empeñó en poner a muchos metros del caballo sin suerte. Sí que resultó brillante el tercio de banderilas, protagonizado por David Adalid y Francisco Sánchez, que saludaron tras el mismo, sumándose al homenaje el peón que lidiaba. El toro en la muleta se defendió y tuvo poco recorrido. Castaño, a base de insistir, sacó algún derechazo lucido pero al natural no hubo mucho que rascar.

El primer «Victorino» fue noble y colaborador pese a su poca energía, sin que Urdiales se confiase en un trasteo muy opaco. Tampoco tuvo gas el cuarto, cornipaso y sin malas intenciones, al que muleteó como de trámite hasta que se fue orientando. Gallo se encontró con un primer «Cuadri» flojísimo y muy parado, quizás por un trompazo contra un burladero. El sexto, bien armado y con temperamento, fue más incómodo para un diestro que dejó una faena muy deshilvanada.