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Manuel Escribano: «Valdemorillo no es una tarde más y el cartel tiene un por qué»

El diestro atiende a La Razón a escasos días de acartelarse con la ganadería de Miura mano a mano con Pepe Moral en la Feria de San Blas

El diestro de Gerena durante su última presencia en Valdemorillo en 2015
El diestro de Gerena durante su última presencia en Valdemorillo en 2015larazon

La última comparecencia de Manuel Escribano en Valdemorillo data de 2015. Aquella tarde ante una corrida de Cebada Gago cortó una oreja. Desde entonces, el diestro de Gerena no ha pisado el coso de “La Candelaria” y confiesa que “hay ganas”.

Será su primer paseíllo en este 2019 en suelo español, y ante la cita del próximo domingo, se muestra muy motivado.

A penas he parado, acabé la temporada 2018; desconecté 15 días y otra vez a tope, no puede ser de otra manera” relata.

Tentaderos, festejos en América... está seguro de sus capacidades y del trabajo hecho, el toro no permite licencias y Escribano lo sabe bien. Contento por repetir en la plaza madrileña, reconoce lo singular del cartel (toros de Miura y con Pepe Moral), pero se muestra firme “el cartel tiene un por qué”.

“Ambos conocemos perfectamente la ganadería de Miura, hemos triunfado con ella, y lo más importante;queremos dar el espectáculo que el aficionado demanda”.

Dos toreros hechos, que se acartelan con todas las consecuencias. “Al fin y al cabo cuando sale el toro, el de Miura es de Miura, y acartelarse con esta ganadería sabemos lo que supone”.

Quiere sorprender, desde su último paseíllo en esta plaza “han sucedido muchas cosas” pero anhela mostrar su dimensión al 100%. Busca ser el que la gente espera y desarrollar su toreo. Ese toreo con “pureza y clasicismo” que va madurando con el paso de los años.

Manuel está también de celebración. Será la temporada de su decimoquinto aniversario de alternativa. 15 años, en los que le han pasado muchas cosas, “pero aún queda mucho por hacer”. Si le preguntamos por realizar algo especial, es claro “no quiero pensar en realizar nada especial, lo único que me interesa ahora mismo es Valdemorillo” comenta. “Me queda mucho por hacer, quiero seguir siendo interesante para los públicos, y necesito triunfar en las plazas. Por unas cosas o por otras en 2017 y 2018 me han faltado triunfos, este año pretendo triunfar rotundamente y seguir manteniendo mi lugar”.

¿Sevilla y Madrid? “Aún no han empezado las conversaciones con ninguna, supongo que en breve se producirán los primeros contactos, no creo que haya problema para estar en ambas, porque todo torero quiere pisar cada temporada esas plazas”.

Su hoja de servicios es de alta nota. Escribano siempre ha dado la cara, e hitos como el indulto de Cobradiezmos o la faena al toro Datilero (precisamente de la ganadería de Miura) en La Maestranza así lo atestiguan. Ha lidiado de todo, y nunca ha vuelto la cara a bailar con la que tocase en turno ¿alguna petición a los empresarios? “Ninguna. Estoy dispuesto a matar de todo, como siempre, solo quiero que lo que me he ganado en la plaza se respete, que el trato sea el correcto, porque el primero que quiere triunfar y dar espectáculo soy yo” relata.

Se despide amable y contento, sabedor y confiado del trabajo realizado. Esperanzado quizá, de que 2019 sea el año donde pueda mostrar su mejor dimensión.