Salud y bienestar
Por qué se te hinchan los tobillos: causas que van desde lo leve hasta lo grave
La hinchazón de tobillos es muy común y casi siempre tiene explicación sencilla. Aun así, en algunos casos puede ser la señal de que algo más está pasando
Estar muchas horas de pie o sentado, el calor, un golpe mal curado o un viaje largo pueden bastar para que los tobillos amanezcan hinchados. Ese aumento de volumen se llama edema y ocurre cuando se acumula líquido en los tejidos. Suele ser simétrico y blando al presionar, pero no siempre: a veces afecta solo a un lado, duele o aparece con otros síntomas. Entender qué la desencadena ayuda a decidir si basta con medidas caseras o si conviene consultar.
Causas habituales (de menor a mayor relevancia clínica)
Retención por postura o calor
Si pasas muchas horas sentado o de pie, los días muy calurosos y con poca hidratación, favorecen que el líquido “baje” y cueste volver. Empeora al final del día y mejora al elevar las piernas.
2) Esfuerzo, esguinces y microtraumatismos
Un mal apoyo, un entreno intenso o un esguince causan edema localizado, con dolor, calor y, a veces, moratón. Suele mejorar con reposo, hielo, compresión y elevación (método RICE).
3) Embarazo y cambios hormonales
En el tercer trimestre, es frecuente por compresión venosa y retención. El síndrome premenstrual, anticonceptivos o terapia hormonal también pueden favorecerla.
4) Insuficiencia venosa y varices
Válvulas venosas “flojas” dificultan el retorno de sangre desde las piernas: tobillos y pantorrillas se hinchan por la tarde, con pesadez, calambres nocturnos y arañas o varices visibles. Mejora con medias de compresión, ejercicio y pérdida de peso, a veces se indica tratamiento específico.
5) Medicación
Algunos fármacos provocan edema o ciertos tratamientos hormonales. Si coincide con un cambio de medicación, coméntalo con tu médico (no la suspendas por tu cuenta).
6) Problemas de la piel o infección
La celulitis (infección cutánea) produce enrojecimiento, calor y dolor, a veces con fiebre. Requiere antibiótico.
7) Linfedema
Fallos en el sistema linfático (congénitos o tras cirugías, radioterapia, infecciones) causan hinchazón dura, que no cede al presionar fácilmente y que puede afectar a pie y dedos. Precisa fisioterapia linfática y compresión especializada.
8) Trombosis venosa profunda (TVP)
Coágulo en una vena profunda de la pierna: edema brusco, habitualmente unilateral, con dolor y calor. Es una urgencia por riesgo de embolia pulmonar.
9) Enfermedad cardiaca, renal o hepática
La insuficiencia cardiaca causa edema de ambos tobillos, aumento de peso, fatiga y falta de aire. La insuficiencia renal y la hepática (con descenso de proteínas) también provocan retención generalizada. Requieren valoración médica y manejo de la causa.
¿Cuándo hay que consultar (o ir a urgencias)?
- De inmediato / urgencias si la hinchazón es unilateral y dolorosa tras viaje, inmovilización, cirugía o sin causa clara; si se acompaña de falta de aire, dolor torácico, tos con sangre (sospecha de TVP/embolia).
- Pronto (24–48 h) si hay enrojecimiento marcado, calor local y fiebre (posible infección), o si la piel supura.
- Cita médica si el edema es persistente (1–2 semanas), se asocia a cansancio, palpitaciones, dificultad para respirar nocturna, ganancia de peso rápida, orina espumosa o escasa, o si tomas medicación nueva.
Qué puedes hacer en casa (si es leve y conocido)
- Elevar las piernas por encima del corazón 15–20 min, 2–3 veces al día.
- Moverte con frecuencia: caminar, flexo-extensión de tobillos cada hora si estás sentado.
- Usar medias de compresión ligera (si no hay enfermedad arterial ni contraindicación).
- Cuidar la sal y los ultraprocesados. Hidratarte bien.
- Colocar frío local en lesiones agudas y evita calor directo en edemas inflamatorios.
- Revisar calzado: que sujete bien y no comprima.