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La sinfonía perfecta de Zidane

Su equipo bailó al Barcelona con el balón y se permitió el lujo de guardarse a Isco y Bale

Los jugadores del Madrid celebran el primer gol de Asensio
Los jugadores del Madrid celebran el primer gol de Asensiolarazon

Su equipo bailó al Barcelona con el balón y se permitió el lujo de guardarse a Isco y Bale.

De pie. Así se puso el Bernabéu para despedir a Marco Asensio. El nuevo niño bonito del madridismo se fue del Camp Nou dejando una bomba en la escuadra de Ter Stegen y de la misma manera, recibió ayer al portero azulgrana, que ni se movió en el primer gol. No tuvo tiempo, como todo su equipo, congelado sobre el césped de Chamartín mientras su rival volaba. Por momentos pareció una noche para un resultado de escándalo, aunque no hicieron falta grandes números para confirmar la crisis del Barça y el momento dulce del Real Madrid. Después de tres partidos oficiales y tres victorias convincentes la pretemporada en Estados Unidos parece un recuerdo lejanísimo, una anécdota a la espera de lo importante. La falta de ritmo y de puntería y los despistes defensivos se quedaron en los campos de entrenamiento de la universidad de UCLA. Cuando llegó lo serio, el Madrid confirmó que estaba más que preparado, bien lo saben el Manchester United y el Barcelona, muy inferiores ante el poderío blanco.

Una fuerza que no se limita sólo al once titular, sino que cruza toda la plantilla, desde el más fundamental al que acaba de llegar. Ayer Zizou se guardó a Isco y Bale para el comienzo de Liga de Riazor y no tenía a Cristiano, pero ni así el once titular sonaba menos fiable. Aparecieron Lucas Vázquez, Asensio, Kovacic y la máquina siguió funcionando igual. Dio tiempo incluso para que debutaran Ceballos y Theo Hernández, que no habían tenido su oportunidad. En el ecosistema de este Madrid se puede pasar de la grada a la titularidad de un día para otro y no baja el rendimiento porque todos creen en lo mismo. Esto es mérito de Zidane y demérito del Barcelona, claramente perdedor en la comparación directa ayer de los recursos de uno y otro.

Mientras los teóricos secundarios blancos se saben el guión de memoria y entran con energía, los cambios de Valverde no sirvieron para nada. Sin Iniesta, pobló más el centro del campo, con futbolistas de buen pie, pero Andre Gomes es la misma sombra del curso pasado y Sergi Roberto ya no sabe si es centrocampista o lateral derecho.

Con cada gol del Madrid, los directivos del Borussia Dortmund y del Liverpool se frotaban las manos. Las urgencias azulgranas por hacerse con algún fichaje ilusionante crecían exponencialmente con el paso de los minutos, así que las negociaciones por Dembele y Coutinho van a tener que acelerarse hoy a base de millones de más en el acuerdo. Quizá la Supercopa hubiera sido igual con Neymar, aunque parece claro que la huida del brasileño ha dejado muy tocado al equipo al mismo tiempo que separaba definitivamente a la directiva del vestuario.

Messi se aburrió más que nunca en el Bernabéu, Suárez se chocó con el palo y el Madrid hacía literalmente lo que quería. Una fiesta que comenzó Asensio, que ha pasado de chico sin experiencia a estrella a un velocidad supersónica. El curso pasado fue el sustituto oficial de Cristiano, la garantía de calidad sin el portugués en el campo, y ahora le llega, más si cabe, su momento. Son cuatro partidos sin el portugués, aunque su ausencia la van a tapar entre todos. Ayer, Asensio y Lucas; en Riazor, seguramente Isco y Bale... porque todo esto sucede sin que el galés esté en su mejor forma.