Restringido

Se acabó el recreo

La edad de oro del deporte español parece que toca a su fin. Se avecinan nubes negras

Se acabó el recreo
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La llamada «edad de oro del deporte español» está en recesión. Rafa Nadal bracea en un mar de dudas, Fernando Alonso vive en un bucle de insatisfacción y Xavi y Casillas, estandartes de la España futbolera, apuran los últimos sorbos de sus carreras. Se avecinan nubes negras.

Nadal pierde la fe

Dustin Brown, de 30 años, sólo había ganado tres partidos de «Grand Slam»antes de apear a Rafa Nadal de Wimbledon. Un dato que refleja la magnitud de la derrota del balear, que, por primera vez desde 2005,navega en los límites del «top 10». Las dudas sobre su futuro no hantardado en aparecer, claro. «Si seguimos así dos años más, veremos qué pasa», manifestó el pasado jueves con gesto abatido, harto de noalcanzar sus límites. Porque Nadal ha perdido la fe en su juego, esa mentalidad indestructible que le permite llegar donde el talento noalcanza. No se rinde, pero el deporte español observa con cierta melancolía cómo su gran referente batalla sin éxito contra el paso del tiempo.

El laberinto de Alonso

No le va mejor a Fernando Alonso, otro referente del ciclo dorado. Elasturiano vive inmerso en la insatisfacción, aunque, como le ocurre aNadal, su persistencia es tan grande que sigue buscando reeditar éxitosya casi olvidados. Pronto cumplirá diez años sin lograr el título decampeón del mundo, algo impensable tras el histórico doblete en Renault (2005-2006) que hacía presagiar un palmarés a la altura de Fangio o Michael Schumacher. Pero llegaron cambios de escudería, sonadas disputas con compañeros y títulos que se esfumaron en las últimas vueltas. El piloto asturiano insiste en que el desastre de este año tendrá su recompensa en el futuro, pero, por si acaso, el cambio de guardia ya está aquí. Roberto Mehri y, sobre todo, Carlos Sainz han llegado para quedarse.

Iker y Xavi, tiempo de descuento

Llegaron a la élite de la mano, protagonizaron durante quince años la imagen del éxito del fútbol español, pero acabarán sus carreras de forma muy diferente.Xavi, un año mayor que Iker Casillas, lo tuvo claro rápidamente, cuando Vicente del Bosque le señaló directamente tras la goleada de Holanda en el Mundial de Brasil. El centrocampista catalán confirmó que su ciclo de éxitos en la Selección terminaba ahí. Del Barcelona se ha marchado un año más tarde, entre cánticos del Camp Nou que pedían su continuidad, buscando asegurar su futuro económico y el de su descendencia.

Iker Casillas, en cambio, se resiste a dar el paso definitivo para abandonar el Real Madrid y despedirse de la Selección. Una especie de ilusión infantil le mantiene en el equipo nacional, apretado por De Gea hasta el punto que Del Bosque tuvo que inventarse aquello de la «transición dulce» en la portería. En el Real Madrid el final está siendo tan abrupto que nadie es capaz de augurar cómo será el desenlace. Casillas está en el momento más difícil para un deportista. Elegir el momento del adiós, ser consciente del final, saber cuándo se ha acabado el recreo.