Barcelona

Junqueras se cita con De Guindos y le pide ayuda para evitar la quiebra

El Gobierno estudia la petición y valora hacer un gesto a Cataluña con su deuda. El PP catalán censura la reunión: «El ministro ha caído en la trampa de la Generalitat»

Junqueras, Puigdemont y Artur Mas, en una imagen de archivo
Junqueras, Puigdemont y Artur Mas, en una imagen de archivolarazon

El Gobierno estudia la petición y valora hacer un gesto a Cataluña con su deuda. El PP catalán censura la reunión: «El ministro ha caído en la trampa de la Generalitat»

Cinco meses después de la celebración de los comicios catalanes, los responsables económicos del Gobierno y la Generalitat mantuvieron ayer los primeros contactos para hablar de la delicada situación financiera que atraviesa la comunidad autónoma. Aunque su presidente, Carles Puigdemont, ha asegurado que en 16 meses Cataluña estará a punto para ser «un Estado independiente», la realidad es que en lo económico al menos, la dependencia de esta autonomía del Gobierno central es casi total. Tanto es así que el consejero de Economía, Oriol Junqueras, aprovechó ayer un encuentro con su homólogo del Ejecutivo central, Luis de Guindos, para solicitarle que la situación financiera quede al margen de las disputas políticas.

En el encuentro, celebrado en el aeropuerto de El Prat, donde Guindos hizo escala de vuelta de Bruselas, Junqueras solicitó convertir parte de la deuda a corto plazo catalana en deuda a largo, petición que el Ministerio de Economía se ha comprometido a estudiar. La Generalitat tiene pactada con un grupo de bancos una emisión de deuda a largo plazo y pretende que pase a formar parte del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA). El Gobierno catalán sigue siendo incapaz de acudir a los mercados por sí sola a captar financiación, por lo que recurre al FLA para financiarse. A través de esta herramienta, el Estado capta fondos en los mercados que luego presta a las comunidades a intereses más bajos de los que las regiones pagarían al mercado si acudiesen por su cuenta.

Junqueras tuvo ayer un día intenso pues, además de la reunión con De Guindos, habló también por teléfono con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Ambos han acordado celebrar una reunión cuando sus agendas lo permitan, aunque Montoro marcó distancias respecto a las reivindicaciones que ha hecho Cataluña en las últimas semanas. El Ejecutivo catalán había solicitado que le entregaran de forma anticipada 700 de los 1.400 millones que cree que le corresponden por la estimación a la baja de ingresos que hizo el Gobierno el 2014. La respuesta de Hacienda fue que aunque se buscarán soluciones a todas las regiones que piden anticipos a la liquidación, no se dará trato preferencial a ninguna de ellas.

La reunión celebrada con enorme secretismo en la sala de autoridades del aeropuerto de Barcelona provocó un gran malestar en las filas del PP catalán. «Lamento que, desde la buena fe, un ministro del Gobierno haya caído en la trampa de la Generalitat, ya que mientras se dedican a despotricar sobre España y de lo mucho que el Estado les roba, cuando se apagan los focos corren a pedir reuniones secretas, afirmó el coordinador general del PP catalán, Xavier García Albiol, en un comunicado.

La pretensión de la Generalitat es que el pulso político que mantiene con el Gobierno a cuenta del proceso soberanista no interfiera en el trato financiero. «Nosotros no tenemos ningún problema en mantener la interlocución a los niveles que sea entre los gobiernos», afirmó el número dos del departamento de Economía, Pere Aragonés. Junqueras, por su parte, aseguró que los ministros han considerado «razonables» sus peticiones y confirmó que se han comprometido a estudiar sus propuestas.

El también líder de ERC no comentó las declaraciones de Albiol, que es partidario de endurecer el tono contra el Govern e incluso de tomar medidas más severas debido, entre otras cosas, a «los constantes insultos hacia el Gobierno de España y al PP». «Es motivo más que suficiente para que no haya reuniones de este tipo», añadió Albiol, subrayando «el profundo malestar del PP catalán por los términos de la reunión entre De Guindos y Junqueras».