Elecciones

Seis de cada diez votantes de PP y PSOE no acudieron a las urnas el 25-M

Ambos han perdido 10,2 millones de apoyos respecto a las generales

La Razón
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MADRID- En la jornada electoral del 25-M, 6,8 millones de votantes populares que sí habían votado al PP el 20-N decidieron no renovar su voto. De ellos, 6,3 millones optaron por la abstención, mientras que medio millón dio un paso más y cambió de opción política, básicamente VOX y Ciudadanos. Así, el electorado popular se redujo a 4,1 millones de votantes.

No le fue mejor al PSOE: 3,4 millones que votaron a los socialistas en las anteriores elecciones generales decidieron no hacerlo de nuevo: 2,8 millones se abstuvieron y 0,6 millones se pasaron a Podemos y a Ciudadanos, fundamentalmente. El voto socialista el pasado domingo se redujo, en consecuencia, a 3,6 millones de electores.

Si comparamos los resultados del pasado domingo con las últimas elecciones generales de 2011, PP y PSOE se han dejado de media seis de cada diez de sus votantes a consecuencia, fundamentalmente, de la baja participación.

El resultado de las elecciones del 25-M hay que leerlo en clave nacional, pues todos los partidos así han planteado sus respectivas campañas, aunque la excusa era Europa. No nos sirve la comparativa con las elecciones europeas de 2009, pues aquella España no es la de ahora y el electorado ha evolucionado al compás de la profunda crisis en la que se encuentra inmerso nuestro sistema económico, que no supo adecuarse en tiempo ni forma a la nueva era de la globalización.

Fuga de votos

El análisis del 25-M debe realizarse desde la perspectiva nacional, por lo que no es necesario realizar un análisis comparativo con las elecciones más importantes y recientes, aquellas en las que todas las formaciones se entregaron al combate electoral. Me refiero, por tanto, a las generales de 2011, celebradas hace dos años y medio y que son la referencia que hemos de tener. En esos comicios, los dos grandes partidos nacionales, PP y PSOE, obtuvieron 17,9 millones de votantes y el resto de partidos, 6,1 millones. La participación fue del 68,9%.

En estas elecciones al Parlamento Europeo, el bipartidismo obtuvo 7,7 millones de votos, frente a los 7,6 millones sumados por los demás partidos juntos. PP y PSOE han perdido, por tanto, 10,2 millones de votantes, prácticamente todos por la abstención, a la que han recurrido 9,1 millones de estos electores. El resto, 1,1 millones de votos, se ha unido a otras opciones políticas.

El trasvase de votos el 25-M ha sido el siguiente: el grupo de partidos distintos al PP y el PSOE han tenido un crecimiento neto de 1,5 millones de votantes. Se identifican dos grandes bolsas de votantes: el grupo A, formado por aquellos partidos emergentes y los que ganan electores con respecto al 20-N, y el grupo B, integrado por aquellos que retroceden con respecto a las generales de 2011. El grupo A ha ganado 2,5 millones de votos (1,2 millones Podemos; casi medio millón Ciudadanos; 0,384 millones ERC; 0,245 millones VOX, y 0,175 el resto), mientras que el grupo B ha perdido casi 1,1 millones de votos (CiU, PNV y CC han retrocedido 0,633 millones de votos; UPyD ha perdido 0,127 millones; IU ha perdido 0,123 millones; EQUO y Compromís se han dejado en el camino 0,011 millones de votos y BNG+Amaiur han perdido 0,194 millones de votos). La diferencia entre los votos ganados por el grupo A, que son 2,545 millones y los perdidos por el grupo B, que son 1,088 millones son los 1,457 millones de votos que han avanzado el conjunto de los partidos que no son PP y PSOE. Ese millón y medio de votantes extra ha salido del electorado del PP y PSOE, que les ha transferido 1,1 millones de votos, y de los nuevos electores, de donde ha salido el restante 0,4 millones de votos.

Como se ve, no sólo han retrocedido los dos grandes. Es muy significativa la caída tan importante del bloque formado por los tres grandes partidos nacionalistas –PNV, CiU y CC–, que acompañan a PP y PSOE en el descenso. Así como de los votantes de IU y UPyD, que suman entre ambos un descenso de un cuarto de millón de votos. Y hay que hacer una mención especial al BNG, que eligió concurrir con EH Bildu, y que pierde un tercio de sus votantes.

En conjunto, el resto de partidos ha llevado a las urnas, en general, a los mismos que votaron en 2011 en las generales, más 1,5 millones que han captado en estos dos años y medio de legislatura. Para la cita con las urnas de mayo de 2015 volverán a ser los mismos, pero PP y PSOE podrán aportar más votantes, pues los electores de estos dos grandes partidos sí tienen previsto participar en mucha mayor proporción en las elecciones locales y autonómicas del próximo año. Ante unas elecciones generales la participación sube. Sólo con un nivel de participación del 57%, la suma de PP yPSOE obtendría el 63 por ciento de los sufragios y con el 61% de participación llegarían al 66% del voto. Con el 66%, se repartirían ya el 69% de las papeletas y con una participación del 71%, el 72% de los votos.

En las dos anteriores citas con las urnas europeas, los españoles habían participado en un 45,1 por ciento en 2004 y en un 44,9% en 2009. Las elecciones europeas de 2011 registraron una participación real del 43,6%, o sea, 1,3 puntos por debajo de 2009, pues hay que considerar un censo de 36.546.000 votantes, y no sólo los 34.485.294 electores del CER, censo electoral de residentes, y los 301.321 ciudadanos de los países de la Unión Europea residentes en España que habían solicitado participar en las elecciones.

A estos dos colectivos hay que añadir los españoles residentes en el exterior, que son 1.724.390 y que constituyen el censo CERA, de los que tan sólo 301.321 solicitaron participar. La suma de estos tres grupos nos da el censo real del país en la pasada jornada electoral del 25-M, más de 36,5 millones de electores.