Reino Unido

Isabel y Felipe: un matrimonio de película

La segunda temporada de la serie «The Crown» se centrará en el duque de Edimburgo, por el que el realizador siente fascinación. Hasta ahora, la ficción ha sugerido sus supuestas infidelidades y la poca aceptación de la que gozaba entre la familia real

Claire Foy y Matt Smith interpretan a la reina Isabel II y al duque de Edimburgo en la serie de Netflix, cuya segunda temporada se está rodando
Claire Foy y Matt Smith interpretan a la reina Isabel II y al duque de Edimburgo en la serie de Netflix, cuya segunda temporada se está rodandolarazon

La segunda temporada de la serie «The Crown» se centrará en el duque de Edimburgo, por el que el realizador siente fascinación. Hasta ahora, la ficción ha sugerido sus supuestas infidelidades y la poca aceptación de la que gozaba entre la familia real

Una tarde, el duque de Edimburgo, la reina Isabel II y un auxiliar salieron a dar un paseo en coche por Sandringham House, su casa de campo. Felipe se encontraba de mal humor y quizá por ello conducía demasiado rápido. El auxiliar, nervioso, buscaba una manera de decirle que redujera la velocidad porque veía que la reina se sentía incómoda. Sin embargo, fue ella quien finalmente le pidió a su esposo que condujera más despacio. «Si dices una palabra más vas a tener que andar el resto del camino», le contestó el duque. La monarca enmudeció. Más tarde, cuando su ayudante se atrevió a preguntarle por qué no le había insistido a Felipe, ella le explicó tranquilamente: «Ya escuchaste lo que dijo. Me habría hecho caminar». Esa, según muchos de los que han trabajado de cerca con la familia real británica, es la clave de la excelente relación entre ambos. «Es el único hombre en el mundo que trata a la reina como a un ser humano más», explicó en una ocasión el secretario privado de ella.

Aunque suman ya casi setenta años de matrimonio (se casaron en noviembre de 1947), su romance comenzó mucho antes, al menos para Isabel. Según contó en un libro su niñera, Marion Crawford, «no podía quitarle los ojos de encima» a Felipe cuando se conocieron. Ella tenía 13 años y él, 18. Aunque tuvo otras novias entre ese primer encuentro y la formalización de su relación, durante años mantuvieron el contacto a través de cartas (Felipe le pidió permiso para escribirle a Jorge VI, que aceptó porque veía que su hija estaba entusiasmada con el joven oficial). Además, se veían cuando él visitaba Windsor durante sus permisos de la marina. Fue en uno de esos viajes, en la Navidad de 1943, cuando ya Isabel tenía 17 años, que la relación comenzó a consolidarse. Pasaron los días entre cenas y bailes y viendo películas –un pasatiempo que mantendrían siempre– e Isabel estuvo «animada como no la habíamos visto nunca», según Crawford.

Felipe tenía entonces una pareja llamada Osla Benning, una canadiense a la que había conocido en 1939. Sin embargo, tras esas fiestas, la relación con Benning se enfrió. Unos meses más tarde, después de volver a pasar varios días en Windsor, Felipe le escribió a Isabel cuánto le gustaba «disfrutar de los simples placeres y entretenimientos de la familia y la sensación de que soy bienvenido a formar parte de ellos. Me temo que no soy capaz de decir todo esto con las palabras correctas y desde luego soy incapaz de mostrarte la gratitud que siento».

A pesar del sentimiento de pertenencia que expresa el duque en su carta, la exitosa serie «The Crown» sugiere que el padre de Isabel y muchos otros en el entorno de la familia no aprobaban la unión con Felipe. Sir Alan Lancaster, secretario privado del rey, por ejemplo, comentaba que «sentían que era demasiado rudo, sin educación, y que seguramente le sería infiel». Les disgustaban específicamente, según también se menciona en la serie, sus frecuentes salidas nocturnas con amigos al Thursday Club, un bar del que era dueño Baron, fotógrafo de la aristocracia y amigo del duque. La reina madre también demostró su preocupación en una carta dirigida al pretendiente de su hija en la que cuestionaba si la estimaba: «¿Estimar a Lilibeth? Me pregunto si esa palabra es suficiente para expresar lo que hay dentro de mí», le escribió de vuelta Felipe, entonces de 26 años.

Por otra parte, «The Crown» ha causado revuelo por sugerir lo que muchos han afirmado, que el duque fue infiel a Isabel II. «¿No sabe todo el mundo en Reino Unido que tuvo un “affair”?», se preguntaba en una entrevista Peter Morgan, creador de la serie. Sin embargo, por cada voz que le atribuye una amante surgen otras que confirman que, desde que se casaron, mantienen una relación pasional. Él confesó haberse «enamorado completamente y sin reservas» y durante su luna de miel ella le escribió a su madre que «nos comportamos como si nos perteneciéramos el uno al otro desde hace años. Felipe es un ángel».

Otra de las fortalezas de su matrimonio es que él la hace reír. Uno de los empleados de la residencia en Hampshire del tío de Felipe, donde la pareja acostumbraba a pasar los fines de semana, recuerda una ocasión en que el duque persiguió escaleras arriba, de camino a su habitación, a la reina. Mientras le gritaba «anda, sube, chica» y amenazaba con pellizcarle el trasero, ella reía y corría, encantada. «Parecían adolescentes», diría luego el ayudante. Para cuando esa escena tuvo lugar, a comienzos de los sesenta, ya estaban casados desde hacía casi 15 años y habían tenido a tres de sus cuatro hijos. La segunda temporada de «The Crown» se enfocará en el periodo que va de 1955 a 1964 y ya su director prometió enfocarse más en el duque: entre su infancia complicada y sus romances quizá quede lugar para sus risas con la reina.